
Vacheron Constantin ha mantenido viva su creatividad a lo largo de casi tres siglos gracias a una curiosidad inagotable y un profundo interés por el mundo y sus diversas culturas. Combinando las tradiciones atemporales con la innovación de vanguardia y conjugando maestría relojera con diseño exquisito, la manufactura lleva 270 años perfeccionando su oficio y convirtiendo cada reloj en una obra maestra.
Como homenaje a esta fecunda historia, en esta nueva exposición se presentan modelos que plasman la pasión que caracterizan a la marca. Desde delicados trabajos de guilloché hasta resplandientes esmaltados, desde mecanismos con indicaciones astronómicas hasta complejos tourbillones, cada reloj tiene una historia propia que narrar.
Reloj colgante con engaste de gemas, de oro amarillo y platino, grabado y esmaltado, esfera plateada guilloché (inv. 10466) – 1909

En el siglo XVI, cuando el reformador Calvino (1509-1564) prohibió en Ginebra el uso de objetos decorativos y ostentosos, los orfebres pasaron a embellecer los relojes, que de esta forma adquirieron una dimensión estética y suntuaria. Vacheron Constantin ha perpetuado esta visión relojera a lo largo de los siglos, creando relojes ornamentados de una calidad técnica ejemplar, como este reloj colgante de oro amarillo de 28 milímetros de diámetro. Impulsado por un movimiento de carga manual que es una obra maestra de la miniaturización, el reloj presenta un motivo de encaje de cuatro lóbulos de platino en el fondo de la caja. En este motivo con engaste de diamantes destaca el trabajo de esmalte flinqué con una capa de fundente translúcido que realza el motivo guilloché elaborado a mano. La esfera plateada con guilloché muestra 12 números árabes de esmalte negro.
RELOJ DE BOLSILLO DE ORO AMARILLO GRABADO, ESMALTADO Y ENGASTADO CON TURQUESAS Y AMATISTAS, ESFERA DE PLATA (INV. 10200) – 1826

Este reloj de oro amarillo es un ejemplo del orientalismo, un estilo que estuvo de moda a principios del siglo XIX. La caja de 45 milímetros que aloja la esfera plateada está grabada en relieve mediante la técnica ornamental de orfebrería de ramolayage. Esta técnica consiste en vaciar la base de oro macizo para desvelar los arabescos y los motivos florales. A continuación, se alisan con una lima y se pulen. Para realzar la composición, se lleva a cabo un engaste de turquesas y amatistas a ambos lados de un motivo en relieve con forma de serpiente esmaltada en Grand Feu blanco y negro.
RELOJ DE PLATINO CON TOURBILLON E INDICADOR DE RESERVA DE MARCHA, ESFERA PLATEADA CON GUILLOCHÉ (REFERENCIA 30050, INV. 11262) – 1998

El primer reloj de pulsera con tourbillon, la Referencia 30050 de Vacheron Constantin, es un modelo de importancia histórica para la casa. Este reloj de platino de 38 milímetros presenta una esfera plateada con guilloché en la que destaca una jaula de tourbillon calada y un indicador de reserva de marcha a las 12 de la esfera, en el eje vertical. Para este modelo, la casa desarrolló el Calibre 1760 de carga manual con un sistema de regulación con tourbillon accionado por dos barriletes. Visible a través del fondo de zafiro, este calibre se distingue por un acabado especialmente cuidado.
RELOJ “MÉTIERS D’ART – LES AÉROSTIERS – BORDEAUX 1784” CON INDICACIÓN DE HORAS, MINUTOS, DÍA Y FECHA MEDIANTE ABERTURAS EN LA ESFERA (REFERENCIA P7610U, INV. 12217) – 2017

La serie Métiers d’Art Les Aérostiers de Vacheron Constantin rinde homenaje a las primeras hazañas en el mundo de los globos aerostáticos. Los grabadores de Vacheron Constantin han llevado a cabo una auténtica proeza con sus miniaturas, a la escala de una esfera de reloj, que reproducen los dibujos históricos de cinco vuelos realizados en Francia entre 1783 y 1785.
Unos globos aerostáticos de oro grabados a mano y microesculpidos se elevan sobre un fondo de esmalte fenestrado plique- à-jour translúcido. Las horas, los minutos, el día y la fecha se indican en el perímetro mediante discos accionados por el Calibre de manufactura 2460 G4/1. En este modelo de oro blanco se muestra un vuelo realizado en Burdeos con tres pasajeros en la cesta, lo que refleja una tendencia típica de la época. El globo muestra una panoplia de tejidos y ornamentación, así como una escena mitológica.




