Hablar de destinos y relojes es hacerlo de la esencia misma del tiempo; hablar de enclaves de ensueño que han cedido su nombre o inspirado modelos famosos es constatar un hecho más que probado, de forma especial en el caso de Baume & Mercier. Los dos relojes y lugares que nos ocupan, la Riviera francesa y los Hamptons de Long Island, son los que más han calado en el amante de los relojes y del acto de viajar porque llevan 50 años, en el caso de la colección Riviera, y 30 en el de Hampton, enamorándonos con sus reinvenciones y esa magia evocadora de su estética.
Aunque Baume & Mercier cuenta actualmente en su portfolio con cuatro colecciones, sin duda la más conocida es Riviera. Nacida en 1973, su concepción supuso una ruptura con todos los moldes relojeros al proponer una caja con un bisel dodecagonal y un brazalete metálico integrado con eslabones planos. Una propuesta sorprendente que medio siglo después mantiene intacta su creatividad y a la que se dio el nombre de Riviera, en honor a ese paraíso del glamour, la opulencia y el arte de vivir de la jet set de la época dorada que es la Riviera francesa.
Cada uno de los modelos Riviera evoca las múltiples facetas de la Riviera francesa, tanto sus elementos orgánicos como su estilo de vida. De las líneas depuradas de las villas ultramodernas que recorren el litoral hasta las mareas que bañan la orilla, esta idílica costa ofrece una mezcla única de belleza natural y sofisticación contemporánea.
La referencia diseñada expresamente para las damas refleja el esplendor de las piedras preciosas en las noches de fiesta de la región, y el magnetismo de la elegancia atemporal que los diseñadores de la firma han dibujado con trazo enérgico y que los artesanos han modelado con esmero.
El Riviera con diamantes presenta una exquisita caja de 33 mm de diámetro y 9,5 mm de grosor realizada en acero pulido y satinado y protegida por un cristal de zafiro con tratamiento antirreflejo en ambas caras. El bisel de acero pulido y satinado rayos de sol, fijado con cuatro tornillos de acero pulido, está engastado con 44 diamantes talla brillante (Top Wesselton, calidad VS, 0,47 quilates). El fondo macizo dodecagonal se puede grabar. La corona octogonal se engalana con la letra Phi grabada.
El refinamiento se prolonga en la esfera azul noche lacada con acabado satinado rayos de sol y motivo de ondas calcadas transparentes, realzada mediante un filete interior azul noche para una mayor profundidad. Los números romanos e índices ribeteados rodiados están recubiertos con SuperLumiNova blanca con emisión azul al igual que las agujas facetadas. Una ventanilla a las 3 horas ofrece la fecha bien legible. Este reloj posee un movimiento de cuarzo con 10 años de autonomía.
Por su parte, el conocido estilo Hampton bebe del lugar vacacional de la clase alta estadounidense que se encuentra en Long Island y que cuenta con una estética muy marcada al servicio de un estilo de vida de lujo relajado. La colección Hampton nació como tributo a este ideario, aunque su último modelo se imbuye además de la elegancia francesa, más concretamente parisina.
Los diseñadores han logrado uno de los modelos más absolutos en su minimalismo estructural y gráfico. La caja de acero pulido presenta unas dimensiones armoniosas de 35 x 22,2 mm y 6,9 mm de grosor. Un cristal de zafiro abombado la protege. El fondo macizo se presta a la personalización mientras que la profundidad de su esfera negra lacada en una propuesta monocromática de cuidada elaboración. Llama la atención el refinamiento de su corona de acero, engastada con un cabujón adornado con una ágata negra sintética incrustada, piedra que simboliza la fuerza y la vitalidad