Primer cronógrafo de pulsera con medición de la décima de segundo de su historia, la Ref. 5470P-001 de Patek Philippe es un cronógrafo monopulsante e inaugura una nueva etapa en su oferta de medición de tiempos parciales. La pieza que atesora nada menos que 31 distintas patentes, de las cuales siete son de nuevo cuño y presenta un calibre de cuerda manual con dos mecanismos de cronógrafo independientes y una alta frecuencia (5 Hz). Todo ello vestido en una caja de diseño moderno y deportivo, que se convierte en compendio de tecnología y altas prestaciones.
El cronógrafo, como especialidad, goza de una larga y fructífera tradición en la manufactura ginebrina, con verdaderas maravillas técnicas y desarrollos que han ido conformando mecanismos con o sin ratrapante y muchas veces combinados con otras complicaciones. Es desde 2005, cuando Patek Philippe da un impulso definitivo al desarrollo de movimientos cronógrafo en la propia manufactura. Todos ellos incluyen numerosas innovaciones y optimizaciones patentadas, cuyo colofón lo marca ahora esta Ref. 5470P-001.
Podríamos hablar de que estamos ante el cronógrafo perfecto y por muchas razones. Para empezar por su precisión, pues es capaz de indicar la décima de segundo; para conseguirlo, los ingenieros se basaron en el calibre CH 29-535 PS lanzado en 2009, que a su arquitectura tradicional (armado manual, rueda de pilares, embrague horizontal con ruedas dentadas) suma seis innovaciones patentadas, así como en su versión con ratrapante, dotada de dos agujas de cronógrafo en el centro (CHR 29-535 PS).
Lo primero que había que hacer era incrementar su frecuencia de 4 Hz (28.800 alt/h), porque solamente podía medir el octavo de segundo. El nuevo calibre CH 29-535 PS 1/10 late a 36.000 alternancias por hora (5Hz), algo que también es toda una novedad. Otro inconveniente que había que resolver era la lectura de la décima de segundo. Para ello, el calibre CH 29-535 PS 1/10 cuenta con dos mecanismos de cronógrafo independientes, uno para los segundos y el contador de 30 minutos instantáneo, el otro exclusivamente dedicado a la medida y a la indicación de las décimas de segundo.
La prioridad es una buena legibilidad y es donde entra la indicación del segundo y de la fracción de segundo concéntricos. El reloj va dotado de dos agujas centrales de cronógrafo accionadas cada una de ellas por uno de los mecanismos independientes. Una aguja (que completa una vuelta en un minuto) permite leer el segundo de forma tradicional. La otra efectúa una vuelta de esfera en 12 segundos, es decir cinco veces más deprisa que una aguja trotadora común.
Pero no solo debía medir e indicar la décima de segundo con precisión, sino mantenerla durante los 30 minutos de activación del cronógrafo. Asimismo, había que conservar unas dimensiones lo más compactas posibles, manteniendo el diámetro del calibre de base (29,6 mm) y ofrecer una altura ligeramente superior (6,96 mm en lugar de 5,35 mm), otra proeza si se tiene en cuenta que estamos hablando de dos mecanismos de cronógrafo y un total de 396 componentes.
Otro detalle importante de esta creación es que es la primera vez que Patek Philippe introduce el Oscillomax® en la colección permanente, algo fundamental para entender las prestaciones que ofrece este nuevo calibre y que entre otras cosas le permite cumplir con la exigencia de precisión del Sello Patek Philippe, es decir ofrece una diferencia de marcha máxima de -3+2 segundos al día.
A pesar de su alta velocidad, la aguja de la décima de segundo debe desplazarse sin sacudidas ni vibraciones. La solución aportada es que capta su energía en la rueda de segundero del movimiento de base por medio de una rueda de arrastre. Patek Philippe construidos una estructura de doble capa, con una rueda superior dotada de brazos flexibles y una rueda inferior dotada de brazos rígidos. Gracias a este principio de compensación de tolerancias patentado y de bajo consumo energético, se suprime cualquier riesgo de vibración de la aguja. Cuando el cronógrafo está activado, la rueda de arrastre de la décima de segundo engrana con el piñón de la décima de segundo, que efectúa una rotación completa en 12 segundos.
Con un sistema antichoque también doble que permite la resistencia ante impactos y sobre todo la estabilidad del movimiento en cualquier circunstancia, una de las sorpresas más interesantes de esta creación se concentra en la esfera: la indicación de la décima de segundo es una aguja trotadora realizada en Silinvar®. Nunca utilizado hasta ahora mejora el rendimiento energético y también absorbe mejor el impacto de la parada del cronógrafo. Lacada en rojo, ofrece además una segunda patente, la que permite fijar el cañón en la aguja de Silinvar® mediante soldadura ‘brazing’. Estos son los poderes de una creación que formará parte de la colección regular, y que como en todos los relojes en caja de platino, luce un diamante en la carrura, a la altura de las 6 horas.
Las siete nuevas patentes
Sistema de indicación concéntrica.
Utilización de dos agujas centrales para ofrecer una lectura cómoda, rápida y segura del segundo y la fracción de segundo.
Muesca en el árbol de barrilete.
Permite disminuir las tensiones del gancho durante el armado del muelle motor, reduciendo el diámetro del árbol de barrilete y aumentando el potencial energético del muelle.
Rueda arrastradora de 1/10 con recuperación del juego.
Esta construcción en dos “capas” (con rueda superior de brazos flexibles e inferior dotada de brazos rígidos) permite un sistema de recuperación del juego de volumen reducido y de bajo consumo energético.
Gancho antichoques del cronógrafo.
En caso de impacto mantiene el embrague del mecanismo de cronógrafo cuando está en funcionamiento para no perturbar el cronometraje.
Sistema de péndulo antichoque.
Aprovecha las aceleraciones generadas por choques en el reloj para mantener los componentes del mecanismo en la posición deseada y garantiza su funcionamiento.
Tratamiento de superficie para la aguja de silicio.
Este procedimiento favorece el agarre de la laca sobre una superficie de silicio oxidado (Silinvar®) mediante la aplicación (PVD o CVD) de una fina capa de adherencia.
Procedimiento de ensamblado de componentes relojeros.
Permite la soldadura del cañón y de la aguja en Silinvar® gracias a un revestimiento metálico multicapas para paliar que uno de los componentes no es metálico.