Sotirios Voulgaris (1857-1932) sonreiría una vez más en su primera tienda de Via Sistina. Bvlgari suma su séptimo récord mundial casi consecutivo con este nuevo Octo Finissimo Calendario Perpetuo de movimiento automático. Guiños a la eternidad de quienes conservan el clasicismo en su escala de valores. El mismo Sotirio Bulgari, ya italianizado, en la boutique de Via dei Condotti 10 en 1905 no creería en estos derroteros impredecibles que ha tomado la firma con el sello de la alta relojería. Frente a aquellas primeras antigüedades, joyas, curiosidades y otros bienes de plata con los cuales comenzó a deslumbrar a turistas británicos y americanos que visitaban la Città Eterna, los relojes de Bvlgari han constituido un universo sofisticado y casi perfecto en las dos últimas décadas.
Aquella ‘Old Curiosity Shop’ de Bvlgari fue la semilla inequívoca de la deslumbrante alta joyería que comenzaría a seducir a propios y extraños bajo el sello art déco dominante en los años 20, con la brillante combinación de la exuberancia italiana y sus bellas formas sensuales, los diamantinos destellos y modernos diseños antes nunca vistos. El gusto distintivo de la aristocracia europea aún ejercía su influjo en el horizonte de los bienes deseados dentro de las incipientes sociedades urbanas de consumo y, a comienzos de siglo, aún dictaba las reglas estéticas para los nuevos actores sociales que emergían de una inédita clase burguesa con poder adquisitivo y ansias de viajar, vivir y descubrir nuevas experiencias. Y aquel ejercicio creativo bello e ben fatto también imprimía ese carácter singular a sus primeros relojes, con piezas para mujeres en platino, como los célebres Bvlgari W33 o W50. Y ya en los años 30, con Bvlgari en manos de Giorgio y Constantino —hijos del fundador—, la firma ponía en el mercado contadas piezas para gentlemen con un toque estético marcado en esferas o correas de piel con detalles expresivos que apelaban a la propia tradición helenística y romana de simbolismo mítico. Se vislumbraba el rasgo esencial del juego del tiempo con los valores eternos de la cultura clásica y un toque de exclusividad unido al sentido estético de lo novedoso. Y hay que reconocer que si Bvlgari se ha convertido en trendsetter de la relojería contemporánea, es muy probable que se deba a ese gusto femenino originario que imprimía ese carácter refinado por igual a sus piezas masculinas mucho antes de que la moda se convirtiera en religión profana de culto contemporáneo.
Y ese principio rector conocido como L’Estetica della Meccanica vuelve a sorprender a la imaginación en 2021 con este Octo Finissimo Calendario Perpetuo de movimiento automático y 5,80 mm de grosor. Ya van siete hitos insuperables en esta carrera contra el tiempo. Aunque lo que realmente sorprende es que sea, una vez más, el Octo Finissimo. Más que un reloj, se trata de un sueño interminable en busca del reloj perfecto. Una pieza tan versátil y lograda que adapta las diversas complicaciones en un franco diálogo con la belleza de forma natural y de manera realmente exitosa a nivel técnico. Sus posibilidades, aún soterradas, comenzaban a revelar tímidamente el poder de ese número mágico en aquella reinterpretación del Octo en el año 2012. Posteriormente, emergió el Octo Finissimo convertido en plan maestro con un primer tourbillon que rompería récord mundial en 2014.
Unos años antes, con las puertas del siglo XXI ya abiertas, Bvlgari comenzaba a experimentar virtuosamente con piezas muy exigentes en su hermandad con Daniel Roth y Gérald Genta, marcas de autor que adquirió bien posicionadas en el tramo high-end de la alta relojería suiza más respetada. Al margen de sus relojes más reconocibles de los 70 y 80, como Bvlgari Roma, Bulgari Bulgari o The Diagono, nacían nuevas propuestas técnicas más complejas que apostaban por tourbillones y grandes complicaciones hasta entonces inéditos en la firma. Sin nunca vender al diablo el alma insobornable de joyeros, la seria intención de jugar a ser auténticos relojeros, con el sello de manufactura, daba muestras muy convincentes.
Con el alma italiana pisando tierra firme en Le Sentier, tras esos primeros coqueteos llamativos bajo la sinergia de los dos prestigiosos sellos relojeros, solo era cuestión de tiempo que Bvlgari comenzara a reescribir su historia. Y la firma adoptó el camino, si no más difícil, al menos más largo, comprometido y exigente: afrontar su propio destino, liberándose de la protección paternalista de sellos ajenos que la libraran de suspicacias.
Bravissimo
Desde luego, lo que nadie esperaba es que comenzaran a derribar récords y, con ellos, aquellos prejuicios que aún no podían creer que Bulgari buscaba un rol protagónico en la alta relojería. La marca es, sin duda, una de las más exitosas agitadoras del gusto y de la mecánica en el panorama de las competitivas manufacturas suizas. Bravissimo! Y Octo Finissimo evoluciona como el único y el mismo reloj abierto a un conjunto de posibilidades inagotables en busca de su perfección. Un reloj sport moderno, elegante, de formas proporcionadas, estructura armónica y confortable en la muñeca. ‘Octo’ es una forma esencial que puede ser declinada hasta el infinito. Y ‘Finisssimo’ es el know-how que reta constantemente los límites de las exigentes piezas ultraplanas, un segmento de creación y fabricación que ninguna otra firma había explorado decididamente con todas sus complicaciones y funcionalidades presentes: tourbillon por doble ocasión —manual (2014) y automático (2018)—, repetición de minutos (2016), movimiento automático (2017), cronógrafo GMT (2019) y la combinación esqueletada de cronógrafo y tourbillon (2020).
El nuevo Calendario Perpetuo, en caja de 40 mm de diámetro, monta el calibre automático BVL 305 de 2,75 mm de grosor –hay que sumar también los 0.3 mm de la carátula en titanio arenado–. En total, una pieza de 5,80 mm de grosor. Voilá! Otra hazaña a cargo de la manufactura de Le Sentier: el Calendario Perpetuo más delgado del mundo. A nivel técnico, el equipo de ingenieros buscó nuevas soluciones para acoplar de la forma más eficiente todas las funcionalidades que aporta un calendario perpetuo, como en el uso del microrrotor, con una aportación de 60 horas de reserva de marcha. Además, redujeron y optimizaron el espacio entre componentes sin alterarlos. Sin una ventana, emplea indicaciones retrógradas para fecha, día, mes y año bisiesto. Se ajustan mediante el uso de tres correctores: para la fecha a las 2 h, para el mes a las 4 h y un tercero para el día entre las 8 y 9 horas. Y el reloj libra al propietario de una preocupación: no requiere ajuste de fecha hasta febrero de 2100, así que será tarea de sus herederos. Qué manera más entusiasta de afrontar retos. Auténticos ingenieros tocados por la gracia, joyeros enamorados de los relojes.