Accedió hace apenas unos meses al cargo, pero sus ideas sobre el futuro y los cambios que hay que afrontar en la marca están más que claras: incidir sobre las fortalezas históricas de Jaeger-LeCoultre y su concepto de manufactura, y reducir sensiblemente el número de referencias que se ofertan en el mercado.
Geoffroy Lefebvre lo tiene claro: “Para mí, la fuerza y la distinción de la compañía es resultado de una consistencia de marca que se gesta en torno a la manufactura, a nuestra capacidad de crear calibres y relojes diferentes. Y creo que este detalle es uno de los elementos que permite un discurso diferente en el producto que presentamos al público; es una de las bases que se hallan en la fundación de la compañía y también del espíritu que preside nuestro trabajo. Y esto es una tendencia que realmente nos distingue”.
Aunque sin duda para Lefebvre hay otro aspecto importante de la evolución de la compañía que ahora más que nunca debe ser abordado y conocido: “Es un elemento importante en nuestra fortaleza en el mercado relojero, y es otra área de progreso para nosotros: la certificación de los productos. Le recuerdo que nosotros introdujimos el “1000 Hours Control” en nuestros relojes (donde no solo se pone a prueba el movimiento, sino el conjunto del reloj, atendiendo a la precisión, la hermeticidad, la resistencia a los golpes y la influencia a los campos magnéticos. Las pruebas duran más de 41 días)… y es importante que eso lo conozca correctamente el mercado, porque estamos en unos momentos en los que los clientes necesitan ver creaciones con más credibilidad”.
“el Reverso es uno de los pocos relojes que hemos hecho en los que puedes contemplar una técnica y un estética totalmente propias, que nadie puede reclamar como suya”
No hay duda que toda empresa tiene además de los retos de crecimiento, otro importante, el de mantener un estilo, el de ser consecuente con esa filosofía e historia de la que habla Lefebvre, y que en el caso de Jaeger-LeCoultre se personaliza en una colección tan longeva como trascendente en el discurrir de la alta relojería, el Reverso: “Yo creo que es uno de los pocos relojes que hemos hecho en los que puedes contemplar tanto una técnica como un línea estética totalmente propias, que nadie puede reclamar como suya. Cierto que la inspiración de este modelo es el Art Decó, pero nosotros le dotamos no solo de la funcionalidad que nos reclamaron sino también de una indudable personalidad”.
En definitiva, no es una inspiración, sino el representante con mayúsculas de un estilo creativo que se ha mantenido a lo largo de 90 años. Pero como el resto de líneas de la expresión de la marca, también reducirá su número de referencias en el mercado, porque como aclara Geoffroy Lefebvre “queremos poner orden en las colecciones. A lo largo de la historia del Reverso se han creado distintas tallas y formas; ahora conviven en su formato original, en diseño cuadrado y hay que buscar se consecuente con el estilo que siempre ha distinguido a esta pieza”.
“¿En qué somos diferentes? Para ser honesto, en la manera en la que se lleva esta compañía y no solo en la manufactura. Has de ser consistente para satisfacer al cliente”
Otro de los elementos que ahora son prioridad en el mercado relojero tiene que ver con el nuevo consumidor, con el público más joven; Geoffroy Lefebvre tiene su opinión: “Quizás los clientes más jóvenes son más sofisticados, tanto ella como él, y también son curiosos. Estén interesados no solo en el entendimiento de la historia del reloj sino también en la manera en la que fue creado. Y esto es algo que los coleccionistas también aprecian. Los apasionados por los relojes de verdad como los de Jaeger-LeCoultre, siempre estarán ahí. Nuestra labor es proteger ese carácter y llegar a esa gente sofisticada y al mismo tiempo muy bien informada”.
En definitiva, hay que mantener por encima de cualquier tendencia un elemento vital, “el de la calidad a la hora de hacer nuestro trabajo. Nosotros somos diferentes, tenemos una personalidad definida y conocemos también cuál es la personalidad del cliente actual. Si a eso le sumamos la experiencia que transmitimos al consumidor… ¿En qué somos diferentes del resto? Para ser honesto, en la manera en la que se lleva esta compañía; no solo en la manufactura. También en nuestras boutiques. Has de ser consistente para satisfacer al cliente”.
Y eso conduce a otro elemento importante, la percepción del cliente. ¿cómo se ve la marca desde el otro lado? “Hay una cosa clara, lo primero que llama la atención de un reloj es su estética, pero también intervienen elementos como la historia y, por supuesto, cómo está hecho. Yo creo que las compras en Jaeger-LeCoultre son realmente conscientes, la gente sabe lo que quiere la mayoría de las veces”. Geoffroy Lefebvre se prepara para su primer SIHH al frente de Jaeger-LeCoultre, pero lo que no avanza es por dónde irán las novedades. “Estarán a la altura de lo que se espera de Jaeger-LeCoultre; lo que si le puedo decir es que será una línea muy estética”.