
La icónica colección cuadrada BR-03, que lleva dos décadas ejercitando la faceta más creativa de Bell & Ross, sube un peldaño más en términos de sofisticación de la mano de su icónica versión Skeleton.
El nuevo BR-03 Skeleton, un reloj conceptual con un diseño impactante pero de sutiles detalles, está disponible en tres versiones que apuestan por el esqueletado y la luminiscencia. La trilogía compuesta por los modelos Black Ceramic, Lum Ceramic y Grey Steel albergan un movimiento de nuevo desarrollo diseñado específicamente por Bell & Ross, el Calibre BRCAL.328.
Como lo expresa Bruno Belamich, director creativo y cofundador de Bell & Ross, con este trabajo de esqueletado han querido aportar sofisticación a un reloj de uso cotidiano, reelaborando los puentes y las platinas superiores. Igualmente, se ha diseñado una estructura específica en forma de X, símbolo de sofisticación y vanguardia al tiempo que se ha potenciado la luminiscencia.
Las tres versiones van más allá de un ejercicio estético, de una mera reactualización, explorando cada una de ellas una dirección creativa complementaria centrándose en la transparencia, en la luminiscencia y en una sofisticación para hacer de este reloj profesional una auténtica joya.


La moderna caja de cerámica negra de 41 mm del BR-03 Skeleton Black Ceramic y del BR-03 Skeleton Black Ceramic Lum se complementa con una esfera fabricada con cristal de zafiro ahumado. Esta se adereza con índices aplicados de color negro «estilo baignoire» rellenos de Superluminova blanca de emisión verde, que revelan por completo el movimiento esqueletado en forma de X. Viene con una correa de caucho negro y una adicional de velcro en el mismo color.

La versión más lujosa del BR-03 Skeleton es la Grey Green, limitada a 250 ejemplares, que viene con la misma opción de correas intercambiables: una de caucho negro con hebilla de acero pulido y satinado y otra de velcro negro.
Los patrones tallados de la esfera calada están facetados y tratados con rutenio para aumentar su brillo, y su silueta recuerda al perfil de un avión furtivo, la máxima referencia en diseño vanguardista sin concesiones. “Totalmente metálico, este reloj es a la vez una escultura relojera y una máquina brutalista con un diseño disruptivo”, explica Bruno Belamich.




