Los nuevos relojes se distinguen por el patrón en espiral de su esfera, una forma hipnótica que se despliega sutilmente desde la emblemática estrella Constellation situada a las 6 h y que Omega estrenó en 2008. Este año, este sofisticado estilo regresa en una amplia paleta de colores con 20 opciones.
En la mayoría de los modelos, la firma ha utilizado grabado electroquímico para formar el motivo con precisión. En las esferas de nácar iridiscente, se consigue el mismo resultado imponente recurriendo al grabado mediante láser.
Para enfatizar la rica historia del Constellation, cada nuevo reloj ha sido adornado con detalles emblemáticos, como las facetas de medialuna en cada extremo de la caja y un bisel tachonado de diamantes abrazado por las famosas garras de los laterales.
La colección ofrece tres tamaños (29 mm, 28 mm y 25 mm), con versiones realizadas en acero clásico, íntegramente en oro Moonshine u oro Sedna, o una combinación de acero y oro. También se presentan con los característicos brazaletes Constellation, dotados de un sistema de ajuste de confort, o con brillantes pulseras de piel.
En los modelos de 29 mm, las prestaciones mecánicas están garantizadas por un movimiento Co‑Axial Master Chronometer. Este movimiento mecánico puede admirarse a través del cristal de zafiro del fondo de caja y garantiza una calidad excepcional certificada por el Swiss Federal Institute of Metrology (METAS).
En los modelos de cuarzo de 28 mm y 26 mm, los relojes mantienen su apuesta por la precisión con un medallón del Observatorio Constellation estampado en el fondo de caja.