
Chopard está de enhorabuena. Este año celebra el 25 aniversario de su movimiento Quattro con la presentación de una edición inédita en oro ético rosa, con una caja de 39 milímetros de diámetro rediseñada según la última estética L.U.C.
La exclusiva tecnología Quattro ha aportado un gran reconocimiento a la colección L.U.C gracias al primer calibre alimentado por cuatro barriletes apilados en pares y acoplados en serie, que contienen exactamente 1.885 metros de resorte. Esta configuración única en el mundo ofrece una excepcional reserva de la marcha de 216 horas, esto es, nueve días. A diferencia de su predecesor, el nuevo Calibre L.U.C 98.09-L que se aloja en esta pieza permite que el indicador de la reserva de la marcha se sitúe sobre un puente del movimiento, lo que aligera considerablemente la composición de la esfera.

Además, ofrece una mayor precisión ya que la energía transmitida al escape es más constante y se distribuye de manera más uniforme. Lo mismo podemos decir en lo concerniente a la amplitud, que en este caso permite altos niveles de rendimiento cronométrico. La regularidad del funcionamiento está garantizada por un volante que oscila al ritmo de 28.800 alternancias por hora, garantía de una precisión impecable certificada Cronómetro (COSC). Por su parte, el reconocimiento del Punzón de Ginebra confirma el perfeccionamiento de este reloj L.U.C Quattro, tanto desde el punto de vista técnico como estético.
El nuevo reloj en beneficiarse de esta innovadora tecnología, que además viene a celebrar sus 25 años en el seno de la colección más pretigiosa de la casa –y del mercado en general– es el modelo L.U.C Quattro, el cual se distingue de sus predecesores por una caja afinada, sutilmente renovada. Con 39 milímetros de diámetro y 10,4 milímetros de grosor, se adapta armoniosamente a cualquier muñeca. Elaborada en oro ético rosa, la caja es de forma bassinée: su fondo es más estrecho que su bisel abombado y pulido. Esta factura artesanal bebe directamente de la fuente de los relojes de bolsillo creados por Louis-Ulysse Chopard en el siglo XIX.—A.G.




