El patrocinio y cronometraje oficial de la Mille Miglia por parte de Chopard es una de las colaboraciones más largas entre una marca relojera y un evento del mundo del motor, además de expresar el amor de la casa por el automovilismo en general y por los coches clásicos en particular.
En 2023 Chopard vuelve a Brescia por trigésimo sexta vez consecutiva para participar en la conocida como “La carrera más bonita del mundo”. Igualmente, en este año se celebran las 35 ocasiones en las que el copresidente Karl Friedrich Scheufele ha competido en la carrera de ida y vuelta desde Brescia a Roma, confirmando esa pasión que empezó en 1989 con el ganador en seis ocasiones de Las 24 Horas de Le Mans, Jacky Icks al volante.
La pareja Scheufele-Icks volvió a formar equipo una vez más este año (lo han hecho en más de doce ocasiones) en el famoso Mercedes-Benz 300SL Alas de gaviota “rojo frambuesa metalizado”, el mismo coche en el que hicieron su debut en la 1000 Miglia.
Además del Mercedes 300SL Alas de gaviota, el embajador de Chopard, el actor Zhu Yilong, y Romain Dumas compitieron en el equipo Chopard en un Porsche 356 Speedster de 1955.
La Carrera la ganaron los actuales campeones Andrea Vesco y Fabio Salvinelli en un F8 Spider, el cuarto título consecutivo (de un total de seis) para Vesco y un record histórico y el tercero para Fabio Salvinelli.
Como ya es tradición, Chopard ha presentado nuevos relojes Mille Miglia: cuatro Mille Miglia Classic Chronographs y un modelo adicional muy especial, el Mille Miglia GTS Chronograph ‘Italian Limited Edition’ del que parte de los ingresos serán donados a las víctimas de las recientes inundaciones en la zona de Emilia-Romagna.
Los cuatro nuevos cronógrafos realizados en el acero exclusivo de Chopard Lucent Steel (50 por ciento más resistente que el acero normal e incorporando acero reciclado procedente de las industrias médicas, aeroespacial, automovilística y relojera) se presentan en caja de 40 mm. Están equipados con la correa de caucho característica de Chopard inspirada en los neumáticos Dunlop de los años 1960 o con una correa de piel de becerro marrón a la manera de los tradicionales guantes de conducir.
Los Mille Miglia Classic Chronographs de este año presentan unas esferas muy especiales: cada una de las versiones está inspirada en los matices de la pintura y el conjunto de las piezas del interior de los coches anteriores a 1957 que han participado en las diferentes ediciones de la 1000 Miglia. «Verde Chiaro» (verde claro) y «Rosso Amarena» (rojo cereza) con un acabado satinado circular, o «Nero Corsa» (negro carrera) con acabado bouchonné. En cuanto a la versión en dos materiales de Lucent Steel y oro ético, ésta posee una esfera satinada «Grigio-Blue» (azul gris). Continuando con 36 años de tradición, cada reloj lleva el logo ‘1000 Miglia’ en la esfera y en el fondo.
Además del Mille Miglia Classic Chronographs, Chopard ha producido una versión muy especial del Mille Miglia GTS Chrono Limited Edition Italy. Se trata de una edición de 100 unidades realizadas en Lucent Steel, de las que parte de los ingresos serán donados, que presenta un diámetro de 44 mm y lleva los colores rojo y verde de Italia en el bisel verde oliva donde se encuentra el taquímetro para los cálculos de velocidad y distancia.
Nueva ruta, nueva ciudad y día extra
Este año la 1000 Miglia, cuya primera carrera tuvo lugar en 1927, ha presentado una nueva ruta que se ha recorrido durante cinco días en vez de cuatro. Por primera vez la Carrera ha incluido una sección desde Parma a Milán, una ciudad que nunca se había incluido en la 1000 Miglia y que fue el lugar desde el que los 443 participantes volvieron a Brescia en la etapa final.
La Carrera que transcurre en el sentido de las agujas del reloj concluyó el primer día con una parada para hacer noche en la costa de Cervio-Milano Marittima. Temprano el miércoles, el grupo continuó por la pequeña república de San Marino (el quinto país más pequeño del mundo). A 300 metros del nivel del mar tuvo lugar el almuerzo en Macerata, una ciudad conocida por sus palacios y su festival anual de ópera. El día terminó en Roma donde los coches desfilaron por la ciudad para continuar el jueves conduciendo hasta Siena.
Después de abordar el paso de Abertone, usado frecuentemente por los pilotos de pruebas de Ferrari, los equipos acabaron en Parma para pasar la noche, antes de continuar el viernes con una parada en el aeropuerto militar de Piacenza para conmemorar el centenario de la Aeronáutica Militar Italiana. Después de comer en Alessandria y cinco horas más en la carretera, los competidores hicieron el check-in en el nuevo puesto de control en Milán.
A las ocho de la mañana del sábado dio comienzo el final de la Carrera cuya meta era Brescia, donde desfilaron en Viale Venezia.