Impulsada por un espíritu pionero desde su fundación en 1735, la conexión histórica de Blancpain con los océanos y, por tanto, con el buceo comienza en 1953, año en que lanzó el que se considera el primer reloj de buceo moderno: el Fifty Fathoms. Y lo hacía con plenas garantías, ya que este modelo cumplía todas las especificaciones para los buzos y las misiones militares de los cuerpos de buceo de combate franceses. A saber: hermeticidad, bisel giratorio con mecanismo de bloqueo patentado, esfera legible, gran tamaño y caja interior de hierro dulce para proteger el movimiento automático del magnetismo residual.
Su génesis se debe a tres amantes del buceo. Por un lado, Jean-Jacques Fiechter, CEO de Blancpain durante tres décadas, entre 1950 y 1980; por otro, el Capitán Robert “Bob” Maloubier y el Lugarteniente Claude Riffaud, miembros del Cuerpo de Nadadores de Combate de la Marina francesa, quienes necesitaban un reloj profesional para sus misiones militares de buceo.
Para que el reloj fuera hermético, hubo que desarrollar una corona dotada con doble junta. Al no estar atornillada, había que preservar al reloj contra una eventual penetración de líquido si la corona se retiraba accidentalmente durante una exploración subacuática. Además, una segunda junta interior aseguraría la hermeticidad del reloj. Jean-Jacques Fiechter registró una patente para su invento.
El entonces CEO también observó la necesidad de incorporar un bisel giratorio destinado a facilitar el cronometraje de la inmersión, por lo que puso a punto un mecanismo de bloqueo con el objetivo de prevenir un eventual desajuste por accidente, para el cual también obtuvo una patente.
De igual modo, recibió una tercera patente por los tornillos situados en el fondo de la caja. El problema recurrente que presentaban las soluciones anteriores residía en el hecho de que la junta de tipo “O-ring” empleada para sellar el fondo podía torcerse durante la fijación de la caja o separarse de su alineamiento. Para excluir este riesgo, Fiechter inventó un dispositivo en el cual el “O-ring” se instalaba en la ranura con un disco metálico destinado a mantener la junta en la posición correcta de la caja.
Cousteau se fijó en el Fifty Fathoms para el equipo que filmaba las exploraciones subacuáticas de “El mundo del silencio”
Y para lograr que el reloj fuera perfectamente legible durante la inmersión, Fiechter no dudó en dotarlo de un diámetro considerable y de un vivo contraste de colores entre el negro y el blanco, así como con agujas e índices luminiscentes. La carga automática del movimiento también resultó ser un elemento clave en su concepción, pues permitía reducir el desgaste de la corona y sus juntas provocado por la carga de la cuerda manual.
Finalmente, dotó al reloj de una caja interna de hierro dulce para proteger su mecanismo de los efectos adversos del magnetismo residual, un tema que seis décadas después sigue estando de actualidad.
Por su parte, el bando francés, compuesto por Bob Maloubier y Claude Riffaud, había elaborado una lista de las condiciones requeridas por los nadadores de combate del ejército francés y sus misiones secretas. El reloj de Jean-Jacques Fiechter pasó las pruebas y se convirtió en un componente esencial para esta unidad especializada del ejército francés y más tarde para otras fuerzas navales del mundo.
Para que fuera legible en la inmersión, Fiechter creó un diámetro considerable, una esfera con contraste de colores, así como agujas e índices luminiscentes
Fiechter bautizó su creación con el nombre de “Fifty Fathoms”, en memoria del canto de Ariel en La Tempestad de Shakespeare: “A cinco brazas profundas yace tu padre, sus huesos hechos coral”. Tuvo que cambiar las cinco brazas (fathoms) por cincuenta, las que correspondían a la profundidad máxima a la que los buzos podían pretender llegar en la época. Aunque había pasado las pruebas requeridas por los franceses, su gobierno estipulaba que todo el equipo de los nadadores de combate, incluyendo los relojes de buceo, sólo podía ser adquirido a compañías francesas. Esta condición condujo a Blancpain a tratar con Spirotechnique, una sociedad del holding francés Air Liquide, que pertenecía a la esposa de Jacques-Yves Cousteau, quien se encaprichó del Fifty Fathoms para el equipo que filmaba las exploraciones subacuáticas del largo metraje El mundo del silencio, premiado con un Oscar en Hollywood y con la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes.
Con posterioridad, y aunque consciente de que la indicación de la fecha no tenía nada que ver con el mundo submarino, Fiechter decidió incluir esta indicación útil en numerosos modelos del Fifty Fathoms. Hoy, en la colección actual no solo se propone esta indicación, sino también cronógrafos, calendarios completos con fases de la luna y tourbillones. Con la llegada de Allen Tornek, un comerciante de diamantes establecido en Nueva York, el famoso Fifty Fathoms Milspec 1 se convirtió pronto en el reloj de buceo de las fuerzas armadas de los Estados Unidos y unos años después el denominado Milspec2.
En 1980, Fiechter renunció a sus funciones de director general de Blancpain, generando su partida una interrupción temporal de la evolución del Fitfy Fathoms.
En 1999, Blancpain creó un nuevo modelo, el Fifty Fathoms de la colección Trilogía, lanzado durante la era de Jean- Claude Biver. Pero fue Marc A. Hayek quien hizo posible el renacimiento del modelo, primero con el Fifty Fathoms Anniversary en 2003, en una edición limitada a 50 relojes que hoy se han convertido en piezas de coleccionista, y luego con el lanzamiento en 2007 de la colección Fifty Fathoms.
Desde entonces y año tras año, no ha dejado de enriquecerse con modelos apasionantes. De hecho, ya nos preguntamos qué modelo tomará el relevo del Tribute fifty Fathoms No Rad.