Como en todo buena sinfonía, Bvlgari ha ido dando con la nota perfecta a lo largo de su historia. Lo ha hecho demostrando además una fuerte personalidad, también en la relojería. Y la prueba se halla en estos últimos ejercicios; primero porque han sido años de grandes desarrollos alrededor de los movimientos ultraplanos. Pero también en su interpretación de las grandes complicaciones relojeras. Y siempre con una estética muy reconocible. En realidad, la casa italiana ha planteado su propia Estetica della Meccanica, y el resultado es francamente brillante y llamativo. La última aportación a esa composición está protagonizada por el Octo Roma Carillon Tourbillon, que se suma a experiencias previas en el universo del sonido, personalizadas en el Octo Finissimo Minute Repeater y en el Octo Roma Grande Sonnerie. Heredero destacado de una experiencia inigualable en este campo, la marca explora de nuevo esta faceta reservada a unos pocos para crear una ‘sinfonía’ interpretada con tres martillos y a la que se suma la presencia de un tourbillon.
De ello se encarga un nuevo movimiento de fabricación propia, el Calibre BVL428 de cuerda manual y 35 mm de diámetro que tiene un grosor de 8,35 mm y alberga un total de 432 componentes. En la construcción de este calibre se ha priorizado el sonido. Tanto la potencia como la claridad del mismo se han convertido en el centro de atención, y para ello la caja se ha diseñado con unas generosas proporciones – 44 mm– que permitan maximizar la propagación del sonido. Esto permite un mayor torque de la construcción de tres martillos y una mayor producción de potencia sonora. La caja cuenta con huecos dentro del diseño para reducir la cantidad de metal entre el interior y el exterior, y tres aberturas que corresponden a las tres campanillas, para permitir que el sonido salga de la cámara. Las campanas se fijan directamente al cuerpo de la carcasa para una transmisión de sonido más eficaz y la carcasa está fabricada en titanio. La parte posterior también está ahuecada y renovada con una rejilla de titanio que protege esta zona de resonancia y permite que el sonido se transmita al exterior. En Bvlgari han hecho todo lo necesario para que la potencia y la claridad del sonido muestren una calidad superior.
El movimiento está equipado con dos barriletes. Uno de ellos asegura el funcionamiento del mecanismo de sonido; el otro garantiza una autonomía de 75 horas para la función horaria
Los gongs del reloj se han creado totalmente a mano, en una secuencia de varias etapas. Se doblan y se forman a mano antes de ser recocidos, o endurecidos, a una temperatura de 900 grados, luego se limpian antes de planchar en el horno a 500 grados, operación que le dará al metal su resonancia cristalina. Al igual que ciertos componentes del mecanismo de golpe0, que se alargan mediante la utilización de una lima, el instrumento que permite afinar los acordes del timbre. La secuencia melódica de este carillón con tres martillos que suenan en tres tonos reproduce la nota C para las horas, las notas medias-re-C en secuencia para los cuartos y la nota media para los minutos.
El movimiento está equipado con dos barriletes. Uno de ellos asegura el funcionamiento del mecanismo de sonido y se enrolla automáticamente cuando se activa el timbre, y el otro garantiza una reserva de marcha de al menos 75 horas para las funciones horarias del movimiento. Los martillos, los gongs, la jaula del Tourbillon y las superficies perforadas han sido fabricados en acero pulido, mientras que la placa principal y los puentes finamente labrados se han tratado con PVD. La deposición al vacío de alta tecnología a base de carbono es elegante y presenta un moderno negro profundo. Esta construcción está protegida por una caja de titanio equipada con el pulsador de activación Carillon en su lado izquierdo, enfrentado a la corona horaria.
El Bvlgari Octo Roma Está disponible en una edición de solo 15 piezas. Cada ejemplar ha sido grabado individualmente, con un número del 1 al 15 en la corona para indicar su singularidad dentro de la edición. El fondo de la caja es de cristal de zafiro, es resistente a la presión del agua hasta 30 metros de profundidad (tres atmósferas), y el distinguido conjunto se completa con la incorporación de una correa de piel de aligátor negra con un cierre desplegable de tres hojas tratadas con titanio DLC. Bvlgari ha creado su particular particular contribución a un tratado musical interpretado por tres gongs y con un diseño de la caja tan espectacular como eficaz. La casa romana ha apostado por utilizar mecanismos ultracomplejos e incorporar la innovación de una rejilla metálica en el movimiento que ayuda a propagar el sonido por todo el cuerpo del armazón con una calidad superior. Es lo mínimo que se le puede pedir a una buena sinfonía.