A Frederique Constant hay que reconocerle la capacidad para afrontar innovaciones propias de manufacturas de entidad. No hay nada que les detenga en su filosofía de evolución y lo demuestra ahora con la creación de su calibre número 30, donde por vez primera se enfrenta a la creación de un movimiento que incorpora un oscilador de silicio que late a un ritmo sin precedentes de 288.000 alternancias por hora, o lo que es lo mismo 40 Hz. Un calibre con el que la casa redefine los principios de la regulación de los relojes mecánicos, Slimline Monolithic Manufacture funciona diez veces más rápido que la mayoría de los movimientos mecánicos, y lo hace con un tamaño que encaja a la perfección en una configuración de movimiento tradicional. Para protagonizar este avance, en Frederique Constant han elegido el Slimline, que en esta versión añade el nombre Monolithic Manufacture.

Frederique Constant
Con la implementación de este revolucionario regulador, la manufactura Frederique Constant redefine los principios de la regulación de los relojes mecánicos; el Slimline Monolithic Manufacture funciona diez veces más rápido que la mayoría de los movimientos mecánicos, y lo hace con un tamaño que encaja a la perfección en una configuración de movimiento tradicional. Es evidentemente el principio, pero abre nuevas vías mecánicas de interés.

La idea del oscilador monolítico nació hace tres años, en un encuentro entre Peter Stas y Nima Tolou, fundadora y CEO de Flexous, una compañía especializada en la ejecución de mecanismos compatibles o flexibles. Después de su encuentro, el equipo de Frederique Constant encargó a Flexous la producción de un sistema de oscilación flexible único. Los imperativos técnicos eran claros: un tamaño comparable al de un volante tradicional; con una frecuencia los más alta posible; reserva de marcha de 80 horas, y una fórmula que permitiera la fabricación de cantidades importantes a un precio razonable.

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En el calibre Monolithic Manufacture, el segundero realiza 80 movimientos por segundo, lo que redunda por supuesto en una mejor precisión de marcha. Con una autonomía de marcha de 80 horas, destaca en el fondo su masa oscilante calada. Al lado, el aspecto de su esfera es totalmente clásico.

En el Slimline Monolithic Manufacture, Frederique Constant reemplaza los 26 componentes del regulador estándar por un solo componente equipado con dos pesos de regulación. Algo que establece una nueva geometría de flexiones y masas, además de que el tamaño del oscilador (9,8 mm de diámetro x 0,3 mm de grosor) se redujo para igualar al de un regulador convencional. Otro detalle importante se halla en el oscilador ultra fino creado que incorpora un nuevo sistema de áncora El escape de áncora se añade al oscilador y, por primera vez, su función se integra en los flexos para lograr una reducción sustancial de tamaño sin alterar las funciones y lo hace en una fina capa de silicio.  La tercera innovación importante se halla en los pesos de ajuste utilizados para regular el oscilador de flexión (al igual que en el sistema utilizado en un volante tradicional de oscilación libre), una cualidad que permite a los relojeros ajustar la frecuencia con gran facilidad simplemente girando los dos pesos.

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El tamaño era vital en este proyecto y se ha conseguido gestar un oscilador en el que  los 26 componentes del regulador estándar por un solo componente equipado con dos pesos de regulación.

El oscilador está hecho de silicio mono cristalino, un material que elimina las debilidades clave de los volantes-espiral tradicionales. El silicio mono cristalino es por otro lado cien por cien antimagnético, resistente a las oscilaciones de temperatura, menos sensible a la gravedad y cuatro veces más ligero. Además, la ausencia de acoplamiento mecánico supone una menor generación de fricciones y desgaste de las piezas. En consecuencia, se necesita menos potencia para impulsar la rueda de escape y el sistema oscilante. Por último, el silicio no requiere lubricación, lo que mejora la fiabilidad a largo plazo del escape.

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Con el fondo abierto, el calibre Monolithic Manufacture se puede comprobar que está decorado siguiendo las premisas de la relojería clásica, con motivos Côtes de Genève y perlados.

Había que  hacer frente a otro detalle importante. Con un tren de engranajes tradicional era imposible hacer frente a la velocidad que impone un regulador de 40 Hz. De hecho, para poder medir la velocidad del movimiento no se podían emplear los mecanismo habituales, y hubo que utilizar cámaras láser que tomaron 250.000 imágenes por segundo. Los relojeros de Frederique Constant diseñaron para ello un nuevo movimiento: el calibre automático FC-810. Capaz de funcionar con la velocidad del nuevo oscilador de silicio, el calibre también ofrece una reserva de marcha considerable de 80 horas. La novedad incorporada es que toda la cadena cinética tuvo que ser rediseñada ya que el tren de engranajes estaba equipado con cuatro ruedas entre el barrilete y el piñón de escape, en lugar de las tres ruedas que se encuentran en un movimiento convencional. En un movimiento mecánico habitual que late a 28.800 vibraciones por hora, el segundero realiza ocho movimientos para completar un segundo; con el calibre Monolithic Manufacture, el segundero realiza 80 movimientos por segundo, lo que redunda por supuesto en una mejor precisión de marcha.

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Se han creado tres piezas, todas ellas en edición limitada. Una realizada en oro rosa y solo 81 unidades; y otra de acero –con esfera azul–, y 810 piezas. 

El Monolithic Slimline Manufacture de Frederique Constant resultante es un tres agujas con indicador de fecha. Declinado en caja redonda de 40 mm, el nuevo reloj presenta una esfera elegante y clásica con decoración guilloché y motivo Clous de Paris, con los números romanos impresos combinados con agujas tipo Breguet. El oscilador del reloj se revela en una abertura a las 6 horas, mientras el fondo de la caja de zafiro ofrece la visión del calibre automático FC-810 decorado siguiendo las premisas de la relojería clásica (Côtes de Genève y perlado) y con una masa oscilante calada.

El modelo está disponible en tres ediciones limitadas: 810 piezas han sido realizadas en acero inoxidable con la esfera de color azul; el mismo material y número de  piezas se emplea para otra propuesta con la esfera plateada. Estos dos modelos tienen un precio de venta de 4.495 euros. La tercera pieza, está limitada a 81 relojes, y se declina en oro rosa. Su precio: 14.995 euros.

Como bien expresa Niels Eggering, CEO de Frederique Constant, “el nuevo Monolithic Slimline Manufacture encarna el espíritu visionario, la determinación y la pasión de Frederique Constant por el savoir-faire relojero”.