> En Watches & Wonders hemos visto transparencias, esqueletos, color… Podemos decir que Roger Dubuis se ha anticipado a los tiempos actuales en la relojería, ¿no?
Debo decir que esa es nuestra obsesión, desde que nació la marca… La idea era hacer las cosas de manera diferente, llevando la relojería a otro nivel. Las raíces de la marca están ancladas a ese concepto, y continuamos explorando y rompiendo los límites de la relojería. Es un universo distinto, porque si hay algo que nunca nos falta es la creatividad.
> Hay también un cambio en sus planteamientos ¿Es una renovación? ¿Un cambio de escenario? ¿Quizás una búsqueda de nuevos mercados?
Yo no diría que es un cambio. Estratégicamente, mantenemos un línea muy recta, siempre fieles a nuestro ADN como innovadores. Para nosotros, esta idea de seguir innovando es lo que realmente somos. Es lo que se encuentra en nuestra colección Excalibur, que tiene carta de naturaleza y que, como también es lógico, evoluciona, como lo hace el diseño de la industria en general. Y esa es la razón por la que empezamos este proceso de reinvención de nuestro icono, que siempre es un ejercicio complicado, y creo que hemos conseguido actualizarlo muy bien, añadiendo elementos que son mucho más de estos tiempos. Ya no está anclado al pasado. La nueva línea de las cajas del Excalibur tiene una base más europea, más pensada para este mercado que para otros. Y esto es algo que de alguna manera me gusta. Ya sabes, somos una marca global, realmente queremos trabajar en todos los países, en todas las regiones, pero claramente Europa es donde estamos.
> ¿Se puede hablar de una búsqueda de la consolidación de la marca en el gran mercado del lujo?
En nuestra filosofía vital no miranos hacia adelante con la idea de crecer. No vamos a aumentar drásticamente nuestra cantidad. En los últimos tres años tomé una decisión importante, que fue detener la producción de nuestras esferas lisas, y concentrarnos en los calibres esqueleto. Creo que aquí es donde realmente podemos expresarnos, tenemos una especie de primacía, fuimos los primeros en tener este enfoque ‘esqueleto’ en calibres complicados, y queremos mantener nuestra singularidad.
> “Sin reglas, mi juego” es un mensaje poderoso, pero ¿qué más exigen los clientes de Roger Dubuis?
Este claim encierra un poco lo que somos; tendemos a no aceptar un ‘no’ por respuesta, queremos romper las reglas, queremos siempre presionarnos. Y nos gusta pensar que nuestros clientes se mueven por unos valores que son los que expresamos en todo nuestro universo de comunicación. Y este año en concreto hemos estado trabajando muy duro en una nueva red, estamos un poco más centrados en los mensajes y en lo que es el alma de lo que es Roger Dubuis. Y al final de la investigación, nos pusimos de acuerdo en que si hay una sola palabra que define el mundo de Roger Dubuis, esa es ‘exceso’. Y el exceso, al mismo tiempo, puede tener una connotación negativa. Pensamos que para facilitar aún más la comprensión de la marca teníamos tres valores, tres atributos que están presentes en todo lo que hacemos. El primero de ellos es el ‘placer’, que está bastante claro, nuestros clientes quieren disfrutar de la vida, les gusta lo mejor de lo mejor. El segundo es ‘locura’. Hay un poco de locura en Roger Dubuis. Nos gusta pensar que somos los más locos del mundo Richemont. Y la última, y probablemente la más importante, es la ‘libertad’. Queremos ser libres para crear, y es aquí donde sacamos lo mejor en nuestro enfoque creativo dentro de la alta relojería. Así que, creemos que nuestros clientes comparten las mismas emociones y es lo que les hace volver una y otra vez. Esta es nuestra idea de relacionarles en el futuro.
> Refrendado con el sello de Ginebra, porque también trabajan en torno a la excelencia en la mecánica.
Absolutamente, es también el resultado de nuestra forma de hacer las cosas, el por qué las hacemos. Nos gusta explorar, inventar… ir siempre más allá. Y luego está el cómo, que es la forma en que hacemos las cosas combinando la tecnología con el trabajo de nuestros artesanos. Como sabe, recientemente la alta relojería fue incluida por la UNESCO en el patrimonio de la humanidad. Es un arte. Y en cierto momento, nosotros elevamos el arte de la relojería a la máxima expresión.
> Hablamos de la excelencia en la mecánica en toda su extensión…
Absolutamente, nacimos en Ginebra, nos desarrollamos en Ginebra y desde 1986 contamos con el sello de Ginebra. Que es la máxima certificación de calidad que se puede poseer. Así que no hay otra manera de hacer nuestros relojes para que sean respetados; las doce reglas del Sello de Ginebra están presentes en cada uno de nuestros relojes. Pero también es cierto que han cambiado mucho las cosas en la forma de hacer relojería; la tecnología ha evolucionado, como también lo han hecho los materiales empleados en la fabricación de relojes. De ahí que hablemos de cambiar reglas o de romperlas para hacerlas aún mejores. Y esto demuestra una vez más la actitud de Roger Dubuis en lo que hacemos.
“debemos estar preparados para movernos por el mundo y hacerlo rápido; aprovechar las oportunidades, que vendrán y se irán muy rápid0. Y en esto, la tecnología tendrá mucho que decir”
> Hablemos de la luminiscencia. Están empleando piedras de colores que brillan gracias a productos luminiscentes. Es un nuevo reto técnico… ¿Cómo lo han conseguido?
Es una muy buena pregunta, y creo que una vez más, la respuesta que puedo darle tiene que ver con la evolución de la compañía. En los relojes se han utilizado diferentes metales con diferentes acabados y se juega con el cepillado, con el pulido, aparecen los Côtes de Geneve y otros muchos decorados que consiguen que la luz se comporte de diferentes formas. Ahora que trabajamos con diferentes materiales, que no necesariamente reflejan la luz de la misma manera, nos hemos apoyado en otra forma de interpretar la luz: la luminiscencia. Una vez más, conectando con el arte contemporáneo. El año pasado, por ejemplo, trabajamos con Wu Chi Kai, que es un artista del neón de Hong Kong, y empezamos a diseñar estas nanoherramientas de zafiro, creadas con un material particular que introducimos en nuestros movimientos. Hemos tenido más colaboraciones alrededor de la luminiscencia, que se han ratificado en un avance en nuestra forma de trabajar la luz. Hace unos meses creamos el Excalibur Twofold, donde empezamos con el SuperLuminova aplicada no solo en el movimiento sino también en el caucho. Así que llevamos ya un tiempo trabajando en esta idea. Los diamantes son hermosos, piedras hermosas, pero en realidad solo brillan cuando la luz incide sobre ellos. Así que la pregunta era ¿cómo podemos hacer que un diamante brille cuando no tienes la luz? Conectamos las investigaciones antiguas con las más recientes y decidimos poner el material luminiscente no en los diamantes, porque no queríamos tocar los diamantes, sino alrededor de ellos, en el engaste invisible que ya habíamos desarrollado para otra de nuestras creaciones. Nos preguntamos, ¿y si utilizamos estas ranuras creadas para aplicar algún tipo de material que haga que los diamantes brillen por sí mismos? Y éste es el resultado. Es bastante sorprendente porque, como se puede imaginar, todo depende de la perfección de la talla del diamante. Porque la luz se refleja de una manera determinada solo si cada superficie es perfectamente uniforme. Así que nos llevó un tiempo.
> Y con todo ello, ¿cuáles son sus expectativas para este 2021?
No tengo una bola de cristal desafortunadamente, y después de un año tan complicado, no sabemos realmente que esperar. Creo que cada vez más el mundo y la economía se mueven demasiado rápido y es difícil de prever. Una cosa clave en la que trabajamos el año pasado fue esta idea de ser aún más ágiles y flexibles en el futuro. Tenemos que asegurarnos de que estamos preparados para movernos, y hacerlo muy rápido, por el mundo; aprovechar las oportunidades en el momento adecuado, porque potencialmente vendrán y se irán muy rápido. Hay que ser mucho más ágiles y rápidos. Y en eso la tecnología tendrá mucho que decir. Por eso cuando comenzó este año, me dije dos cosas importantes. En primer lugar, todos estábamos convencidos de que no podía empeorar, y en segundo lugar, hemos trabajado todos estos años para asegurarnos de que íbamos a estar preparados para el futuro. Hemos trabajado para adaptar nuestra casa hacia lo que pensábamos que iba a ser el futuro. Decidimos evolucionar digitalmente, pero también en todo lo que hacemos, en la forma en que gestionamos nuestra producció, en nuestro enfoque de la comunicación… hemos trabajado para estar preparados cuando las cosas volvieran a la normalidad.
> ¿Cuál es el mercado principal para Roger Dubuis hoy en día? ¿Cuál es la posición de Europa, y en concreto de España, en este nuevo mapa post covid?
No puedo entrar en mucho detalle en cuanto a números y estrategias porque no se me permite, pero puedo decir que somos una marca global, así que realmente nos encantaría estar presentes en todos los continentes, y básicamente en cualquier sitio en el que pudiéramos encontrar el tipo de cliente que aprecia lo que hacemos. Nos centramos en ciudades, ni si quiera trabajamos con regiones, allí donde se puede construir en torno a nuestras localizaciones físicas estas redes de conexión entre nuestros partners, con nuestras colaboraciones con Lamborghini, con los artistas que mencioné antes,… y luego con las herramientas digitales. Potencialmente, se trata de establecer esas conexiones online y terminarlas offline. Y para ello, nos parece esencial el tener a los partners adecuados. Ahora mismo, no tenemos pensado algo específico para España, pero sí que trabajamos muy bien con nuestros partners, que son quienes conectan con la clientela local. Desafortunadamente, en Europa en general la situación es mala, exceptuando un par de mercados que permanecen abiertos. Ahora estamos más concentrados en otras partes del mundo, como China que está floreciendo y lo lleva haciendo un tiempo, así que hemos aumentado nuestra presencia allí. Esperando a que Europa se recupere… porque lo que queremos hacer es compartir experiencias con nuestros amigos y aquellos que aprecian lo que hacemos.
> ¿Es muy importante la emoción?
Tiene toda la razón; siempre digo que no necesitamos un reloj para que nos de la hora. Tenemos cantidad de otros dispositivos que lo hacen a lo largo del día. Nuestros relojes son en eso diferentes: evocan emociones por la manera en la que se crean. Son diseñados con unos valores que, de alguna manera, también te recuerdan quién eres y lo que haces en la vida. Algo que un dispositivo conectado no puede ofrecer.