> Los sueños a veces se hacen realidad; ¿ha conseguido el suyo? 

Fundar y trabajar en una startup que está resolviendo un gran problema es como estar dentro de Inception: se siente como un sueño dentro de los sueños… y a veces, cuando ha pasado lo suficiente, te olvidas de lo que pasó al principio. Así que sí, creo que he conseguido algunos de mis sueños, y siempre estoy trabajando para conseguir más. 

> ¿Nos hemos dado cuenta demasiado tarde del problema de los residuos de plástico?

Creo que nunca es demasiado tarde para darse cuenta y tratar de encontrar una solución a un problema, especialmente uno tan significativo como la circularidad del plástico. El polietileno o PE es el plástico más utilizado en el mundo; más de 150 millones de toneladas métricas de polietileno se utilizan cada año en aplicaciones de bajo rendimiento como los envases y, al final de su vida útil, la gran mayoría encuentra su camino hacia los vertederos, las incineradoras o algo peor; este PE sirve como materia prima para nuestro producto de poliuretano termoplástico (TPU), llamado Oistre.

Adoptar el TPU de Novoloop para aplicaciones en las industrias del calzado, la ropa, la automoción y los artículos deportivos –por nombrar solo algunas– puede evitar que una cantidad significativa de residuos de plástico vaya a parar a los vertederos, incineradores o cursos de agua: hasta 25.000 toneladas métricas en 2026. 

> ¿Cuándo surgió la idea de recuperar y reciclar el plástico?

Conocí a la cofundadora, Jeanny Yao, en el octavo curso en Vancouver (Canadá) durante una reunión del club de reciclaje del colegio. En el 10º curso, hicimos una excursión a una estación de transferencia de residuos y fue impactante ver que gran parte de esos residuos eran de plástico. Nos dimos cuenta de la escasa repercusión que teníamos al conseguir que nuestros compañeros reciclaran las botellas y de la magnitud del problema. Esa excursión fue un momento decisivo para nosotras, ya que desencadenó toda la motivación para hacer algo. Fundamos Novoloop cuando aún estábamos en la universidad. En ese momento, aún no habíamos elaborado la tecnología y no sabíamos cómo se comercializaría la empresa cuando tuviéramos un producto que vender. Pero en 2017, pudimos lograr la prueba de concepto de nuestra tecnología.

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UNA IDEA DE LA INFANCIA
De Miranda Wang se puede decir que está haciendo realidad una idea que apareció en su vida en la adolescencia y que el tiempo solo ha hecho que haya crecido en intensidad. Junto a su socia, a la que también conoció en el colegio, están haciendo posible pensar que existe un mundo sin plásticos.

> Y en esta cruzada, ¿qué significó para usted ganar el Premio Rolex a la Iniciativa?

Cuando crecí siempre pensé que los científicos y exploradores que aparecían en la portada del National Geographic eran las personas más geniales. A través de los Premios Rolex a la Iniciativa, me encontré en la misma sala con estas personas que finalmente eligieron el trabajo de Novoloop como uno de los cinco proyectos galardonados ese año. Así que fue un gran honor.

> ¿Cuál es su relación con la marca de relojes? 

Como galardonada con este premio, actúo como embajadora del impactante objetivo que comparten Rolex y Novoloop: crear un planeta perpetuo. Cumplo mi parte utilizando activamente la tecnología y el espíritu empresarial para resolver un problema del mundo real.

> Es importante que marcas como Rolex tengan una especial sensibilidad por la sostenibilidad del planeta… ¿Qué destaca de la labor que realiza la empresa relojera?

Novoloop y Rolex tienen la misión conjunta de salvaguardar y preservar nuestro medio ambiente para las generaciones venideras. Rolex también ha apoyado a la National Geographic Society, que es uno de los principales patrocinadores de la exploración y la investigación que fomenta nuestra comprensión del planeta. Reúnen a personas influyentes en una comunidad  que cuenta con más de 40 años de historia y que tienen un impacto positivo en todo el mundo. También apoyan a personas profundamente comprometidas, como la doctora Sylvia Earle, en su trabajo para proteger nuestros océanos.

> Háblenos de la tecnología que aplican en el proceso de reciclaje de plásticos. ¿Cómo lo hacen?

Nos asociamos con ciudades, instalaciones de recuperación de materiales (MRF) y recicladores de plástico para obtener residuos postconsumo. Nuestra tecnología de upcycling, Accelerated Thermal Oxidative Decomposition (ATOD™), es un proceso de bajo calor que descompone el polietileno en “bloques de construcción” químicos. Estos bloques se cosechan para fabricar el polímero de alto rendimiento de Novoloop, conocido como Oistre, que tiene un valor hasta 50 veces superior al de los residuos de plástico de los que procede.

¿Cómo puede su proyecto detener la enorme cantidad de residuos de plástico? 

Nuestra visión como compañía es ofrecer una nueva vida al plástico viejo, creando una economía circular que reduzca –e incluso elimine– nuestra dependencia del plástico virgen. En lugar de transformar el plástico de un solo uso –como por ejemplo una bolsa de supermercado de PE– en productos como combustible o dióxido de carbono, Novoloop está reciclando esta basura de plástico en polímeros diseñados para lograr una larga vida útil con propiedades de alto rendimiento. Al convertir el PE en Oistre, Novoloop demuestra que hay valor en los plásticos postconsumo que la tecnología de reciclaje actual no puede reutilizar, y que la economía circular es posible. El producto Oistre de Novoloop contiene hasta un 50% de carbono reciclado postconsumo y tiene hasta un 45% menos de CO2e que el TPU convencional.

En todo el mundo se utilizan 550.000 toneladas métricas de TPU al año. Si los propietarios de marcas adoptaran Oistre en sus aplicaciones de TPU, se podría evitar que hasta 275.000 toneladas métricas de plásticos de PE entraran en los vertederos y ríos cada año.

¿Es un proyecto caro de llevar a cabo?

En Novoloop estamos ampliando nuestra innovación para construir infraestructuras que serán cruciales para la sociedad. Según este reciente informe, la infraestructura tecnológica que utiliza la química para reciclar plásticos tendrá que aumentar entre 105 y 135 veces en las próximas dos décadas para cerrar la brecha del plástico. El aumento de la tecnología que estamos viviendo es caro, pero la razón para progresar no es tan diferente de cuando se construyeron por primera vez carreteras, trenes y la red eléctrica. 

> ¿Cuál ha sido la principal dificultad que ha encontrado en el desarrollo de su proyecto? 

La parte más difícil es encontrar personas con ideas afines que recorran este viaje con nostros. Ya sean miembros del equipo, clientes, inversores o socios…. Siempre es gratificante cuando todos se ponen de acuerdo y pueden avanzar en la misma dirección.

> Y podemos imaginar un mundo sin plásticos? ¿Podemos lograr la unidad en todo el mundo para atacar el problema que causan?

La realidad es que los plásticos están demasiado arraigados en nuestro día a día como para imaginar completamente un mundo sin ellos. Por eso, además de apoyar la reducción de los plásticos y el rediseño de la forma en que se utilizan hoy en día, estamos haciendo posible un sistema circular al idear una forma de reciclar estos plásticos para convertirlos en materiales valiosos y de alto rendimiento que puedan sustituir a los materiales vírgenes y ayudar a mitigar el impacto que tienen en el medio ambiente. 

La forma más directa de resolver el problema del plástico es integrar los procesos tecnológicos en las cadenas de suministro y la economía existentes para manejar los residuos de plástico y mantenerlos en uso. Los responsables de la toma de decisiones en las cadenas de suministro tienen un control desproporcionadamente mayor sobre los resultados relativos a esta cuestión. La forma más eficaz de abordarlo es desarrollar y ampliar muchas soluciones que funcionen desde el punto de vista medioambiental, técnico y económico.