La serpiente de Bvlgari renueva su piel

En un nuevo ejercicio de superación de los límites, la firma concibe una pieza marcada por un cuerpo de cuentas de oro y una mecánica ultrafina. Es la forma que tiene de expresarse el Serpenti Pallini.

En un nuevo ejercicio de superación de los límites, la firma concibe una pieza marcada por un cuerpo de cuentas de oro y una mecánica ultrafina. Es la forma que tiene de expresarse el Serpenti Pallini.

Mirar al serpenti de Bvlgari es hacerlo a una de las combinaciones estrella de la fusión de joyería y tiempo. Una historia de éxito que arranca hace más de  75 años y que, emulando a la serpiente, ha cambiado de piel durante estos tres cuartos de siglo. Y aunque se ha transformado, su atractivo se ha mantenido intacto porque nunca ha traicionado su estilo original. Símbolo de feminidad y también paradigma de belleza, las primeras creaciones Serpenti vieron la luz en 1948 como piezas de joyería y relojería que llamaban la atención por su capacidad para envolver la muñeca. Aquellos primeros Serpenti eran más estilizados: su cuerpo se confeccionaba usando la ingeniosa técnica Tubogas, que combinaba la maestría de la orfebrería con una extraordinaria flexibilidad. Era una creación que pronto llamó la atención y que resumía a la perfección la mística de la serpiente, que en la mitología griega y romana representaba el renacimiento, la curación, protección, fuerza, seducción y la eternidad. Desde Afrodita hasta filósofos como Platón, han citado y usado la imagen de la serpiente… y el Serpenti de Bvlgari es una de las manifestaciones más especiales en lo que respecta a la joyería que, además, ofrece la lectura del tiempo. Por eso no extraña que una de las grandes divas cinematográficas, Elizabeth Taylor, se rindiera a sus encantos. 

En un nuevo ejercicio de superación de los límites, la firma concibe una pieza marcada por un cuerpo de cuentas de oro y una mecánica ultrafina. Es la forma que tiene de expresarse el Serpenti Pallini.

Ahora, Bvlgari transforma el icónico Serpenti Pallini a través de la magia del calibre Piccolissimo, un auténtico corazón mecánico en miniatura, que se viste con cuentas de oro y diamantes para abrazar una vez más la piel con un inconfundible estilo. Y todo ello rematado en una brillante cabeza en la que sobresalen unos hipnóticos ojos de esmeralda. Un escenario que ofrece una promesa de eternidad, la que marca el paso del tiempo.

 “Esta irresistible y alegre nueva iteración del Serpenti Pallini, literalmente ‘pequeñas cuentas redondas’ en italiano, rinde homenaje a la herencia de Bvlgari. Me inspiré en el primer Pallini creado en 1955, que presentaba un brazalete de cinco vueltas en oro amarillo y diamantes”, argumenta Fabrizio Buonamassa Stigliani, director ejecutivo de creación de producto de Bvlgari. 

Fusión de alta joyería y alta relojería, estos relojes secretos incorporan ahora el calibre Piccolissimo –una auténtica proeza mecánica en miniatura–, y en los que se han invertido más de 500 horas de excepcional arte y artesanía en ejecutar cada uno de ellos. Reluciente en oro amarillo, rosa o blanco y diamantes, Serpenti Pallini mira con un particular magnetismo desde las dos suntuosas esmeraldas talla pera que adornan su testuz.

En un nuevo ejercicio de superación de los límites, la firma concibe una pieza marcada por un cuerpo de cuentas de oro y una mecánica ultrafina. Es la forma que tiene de expresarse el Serpenti Pallini.

Con una flexibilidad deslumbrante, el Serpenti Pallini de doble espiral envuelve la muñeca con un suave abrazo. Su atrevido diseño, evoca la piel de una serpiente exótica. Sus escamas están integradas por innumerables pequeñas cuentas de oro o diamantes talla brillante, cada uno engastado individualmente en una malla de oro. Para hacerlo realidad, se emplea una técnica derivada del método ‘en tremblant’, desarrollado en París en el siglo XVIII.

Como explica Jean-Christophe Babin, CEO de Bvlgari, “Serpenti Pallini es un verdadero homenaje a nuestra herencia. Hemos optado por aplicar a nuestros relojes una técnica distintiva de creación de joyas perfectamente combinada con la precisión de los mecanismos. Una fusión perfecta de nuestras raíces italianas y el ADN de la marca con el icónico motivo Serpenti, junto con nuestra experiencia en relojería suiza con el movimiento Piccolissimo”.

La técnica patentada de Bvlgari crea un efecto espectacular al permitir que cada cuenta que integra la pulsera se mueva libremente. Llevadas por las curvas de las espirales, las pequeñas cuentas de oro y las gemas tiemblan al más mínimo movimiento. Serpenti Pallini cobra de esta forma vida; y lo hace de forma intrigante y, por supuesto, vibrante. Y nace la emoción, una invitación a jugar con esta seductora serpiente que una vez más se convierte en protagonista del arte de Bvlgari.

Animado ahora por primera vez por el movimiento Piccolissimo, el Serpenti Pallini es más carismático que nunca. Maravilla de la miniaturización creada por la manufactura de Bvlgari en Le Sentier, este calibre es uno de los más pequeños del mundo; de hecho, es actualmente el movimiento mecánico redondo más pequeño que hay en el mercado. Porque este micro movimiento mecánico de manufactura, accionado por cuerda manual y que responde al nombre de Piccolissimo BVL100 solo tiene un grosor de 2,55 mm. Late con un frecuencia de 21.600 alt/h, o lo que es lo mismo 3 Hz, y ofrece una autonomía de marcha de 30 horas.  

Dadas sus diminutas dimensiones, Bvlgari ha podido permitirse revisar las líneas del Serpenti Pallini y redimensionar ligeramente tanto la cabeza como la cola de la serpiente para lograr un equilibrio perfecto en sus proporciones. En definitiva, la alta calidad mecánica del Piccolissimo no hace sino realzar la estética del Serpenti Pallini, ofreciendo múltiples maneras de llevarlo. Fácilmente extraíble, el calibre también puede girar media vuelta para adaptar el sentido de lectura de la esfera, con bisel engastado o totalmente pavonada de diamantes. Así, la versátil serpiente se desliza, a su antojo, alrededor de una u otra muñeca, expresión perfecta de un tiempo donde todo es posible. Así, la versátil serpiente se enrolla, a su antojo, alrededor de una u otra muñeca, metáfora lúdica y maravillosa del tiempo.

Serpenti Pallini se declina en tres nuevas creaciones joyeras: en oro blanco engastado con diamantes; oro blanco y oro rosa; y oro blanco y oro amarillo. Es La primera interpretación contemporánea del Serpenti Pallini en oro amarillo, cuyo especial brillo vuelve a escena e infunde un particular  estilo vintage al reptil.

Este reloj secreto de alta joyería se declina en oro blanco y oro amarillo, y ha sido engastado con diamantes talla brillante redondos (7,53 quilates) en el brazalete de dos vueltas y dos ojos de esmeralda en forma de pera (0,48 quilates) en la cabeza. La esfera es de nácar mientras que los índices son de diamantes (0,05 quilates) y muestra agujas en tonalidad verde.

La otra propuesta del Serpenti Pallini combina el oro blanco y el oro rosa, y muestra 1 diamante talla brillante redondo (1,50 quilates), diamantes talla brillante redondo (22,94 quilates) y dos ojos de esmeralda en forma de pera (0,46 quilates); el brazalete es también de dos vueltas. Por lo que respecta a la esfera, nos encontramos con un pavé de diamantes (0,28 quilates) y agujas verdes. Decir que el  cristal de zafiro que la protege ha sido facetado.  

Por último, el Serpenti Pallini se declina también en otra versión de oro blanco que aparece engastado con diamantes talla brillante redondos (66,31 quilates) y como en los anteriores, los dos ojos son esmeraldas en forma de pera (0,47 quilates). La esfera con pavé de diamantes (0,28 quilates), muestra como en los casos precedentes agujas verdes y cristal de zafiro facetado. 

Bvlgari vuelve a mostrar su capacidad para reinventarse, para hacer su particular renacimiento joyero. Y qué mejor que hacerlo a través de su mito e icono: el Serpenti.