El arte de la complicación según Vacheron Constantin

Les Cabinotiers Berkely Grand Complication es un calendario perpetuo chino creado por tres maestros relojeros, los mismos que estuvieron en la gestación de la Referencia 57260 de 2015.

Crear relojes complicados para los clientes más famosos es una inveterada tradición en Vacheron Constantin. Tres de los relojes más extraordinarios de su época se convirtieron en preciadas posesiones de dos reyes egipcios -Fuad I y su hijo Faruq- y del conde Guy de Boisrouvray. Un cuarto se fabricó atendiendo a las especificaciones del gran coleccionista James Ward Packard.

Con sus 63 complicaciones y sus 2.877 componentes, este reloj de bolsillo es actualmente el modelo con más complicaciones del mundo, superando el récord que ya se encontraba en poder de la casa con la Referencia 57260, otra creación de bolsillo que aportaba 57 complicaciones y construida con más de 2.800 componentes y petición  de la misma persona que ha encargado esta obra maestra. Se trata de un coleccionista, empresario y filántropo estadounidense que posee una impresionante colección de relojes de bolsillo reunidos a lo largo de los últimos 50 años.

Les Cabinotiers Berkely Grand Complication, que recibe el nombre de su peticionario, se distingue por la incorporación de un calendario perpetuo chino programado hasta 2200, cuya complejidad reside en que los meses son irregulares, ya que son lunares, por lo que comienzan con la luna nueva. Según las lunaciones, el año chino común puede tener, por tanto, 353, 354 o 355 días, y el año bisiesto 383, 384 o 385 días. 

Crear relojes complicados para los clientes más famosos es una inveterada tradición en Vacheron Constantin. Tres de los relojes más extraordinarios de su época se convirtieron en preciadas posesiones de dos reyes egipcios -Fuad I y su hijo Faruq- y del conde Guy de Boisrouvray. Un cuarto se fabricó atendiendo a las especificaciones del gran coleccionista James Ward Packard.
Crear relojes complicados para los clientes más famosos es una inveterada tradición en Vacheron Constantin. Tres de los relojes más extraordinarios de su época se convirtieron en preciadas posesiones de dos reyes egipcios -Fuad I y su hijo Faruq- y del conde Guy de Boisrouvray. Un cuarto se fabricó atendiendo a las especificaciones del gran coleccionista James Ward Packard.

La creación de esta pieza ha llevado once años, incluido uno dedicado íntegramente a su ensamblaje. El Calibre 3752 de cuerda manual y de dos caras consta como decíamos de 2.877 componentes, 245 rubíes, 31 agujas y 9 discos. En este movimiento se alojan complicaciones que cubren todo el espectro relojero en su forma más consumada. El cronógrafo dispone de función ratrapante; las fases lunares son extremadamente precisas y no requieren ninguna corrección en 1.027 años; el calendario perpetuo gregoriano obedece a la norma ISO 8601; el segundero pequeño es retrógrado con compensación del tiempo necesario para que la aguja salte hacia atrás; el tourbillon tiene tres ejes de rotación; la carta celeste gira según el día sideral (23 horas, 56 minutos y 4,09 segundos); el indicador día/noche del segundo huso horario está grabado con una proyección polar azimutal, ofreciendo una original perspectiva geográfica.

No puede obviarse el tiempo dedicado a la decoración y el acabado de los componentes y de la caja de oro blanco de biseles pulidos por ambos lados. En el anverso, la esfera se compone de cuatro subesferas con distintos tipos de acabado: opalina de tono plateado en la principal y acabado de rayos de sol en las auxiliares. La esfera del reverso ofrece el mismo tono opalino.