Dos nuevos Hublot MP-10 Tourbillon en zafiro y cerámica negra. Cuál eliges: ángel o demonio

Hublot vuelve a la carga con dos nuevas series limitadas del "artefacto relojero" MP-10 Tourbillon: una de cerámica negra y otra de zafiro

Hublot ha vuelto a la carga con dos nuevas series limitadas del MP-10 Tourbillon

Se han precisado tres años para fabricar y entregar las 50 primeras unidades del MP-10 Tourbillon original. Este “artefacto relojero” sin esfera, sin agujas y sin siquiera una masa oscilante presenta una indicación con rodillos, una reserva de marcha circular y regulación mediante un tourbillon inclinado a 35°, con cuerda automática mediante dos masas lineales.

La geometría inusualmente compleja de este reloj está diseñada para abrazar el doble cristal de zafiro que ofrece una visión sin obstáculos de las dos masas lineales. Todo un manifiesto que fusiona el pasado, el presente y el futuro de la alta relojería en una sola pieza pionera y única.

No obstante, Hublot ha vuelto a la carga con dos nuevas series limitadas del MP-10 Tourbillon. Fabricado originalmente en titanio, ahora la pieza se complementa con dos versiones adicionales: una de cerámica negra y otra de zafiro, dos materiales profundamente integrados en el ADN de Hublot.

El color de la versión en negro, limitada a 50 unidades, se escogió debido a su fidelidad al espíritu del MP-10 Tourbillon original, además de como guiño a la serie All Black, con la que Hublot también fue pionero.

El segundo MP-10 se presenta en una edición aún más limitada (de tan solo 30 unidades) y diametralmente opuesta a la primera. El reloj está completamente revestido de gris claro y de un blanco inmaculado en el interior de una caja de zafiro translúcida que se asienta sobre una pulsera también translúcida.

Esta decisión se ha tomado por motivos tanto estéticos como técnicos. Gracias al zafiro, otro material que Hublot ha dominado en todas sus variantes cromáticas, la luz inunda por completo el MP-10 Tourbillon y revela su extraordinario movimiento, con sus 592 componentes.

El MP-10 Tourbillon, una pieza verdaderamente escultural, no tiene agujas. En su lugar hay cuatro visualizaciones que giran constantemente: las horas y los minutos en el tercio superior, combinadas con una lupa invisible; la reserva de marcha circular en el tercio central, con tres zonas bien delimitadas en verde, naranja y rojo para su cuenta atrás de 48 horas, y los segundos en el tercio inferior, que se indican directamente en la cage del tourbillon. Este mecanismo abierto está acabado en un gris metálico satinado que acentúa su destreza mecánica, como el motor de un supercoche visible a través del capó trasero.