MUCHAS VECES, lo más sencillo es lo que nos atrapa de forma más intensa. En relojería hay muchos ejemplos, pero seguramente una de las expresiones más significativas se encuentre en el Calatrava de Patek Philippe, y de forma especial cuando va acompañado del ‘Clous de Paris’, un detalle para nada menor a la hora de entender que en la creación de piezas atemporales es fundamental fijarse en los detalles; son los que dan claves seguramente no perceptibles pero que a la larga son determinantes.  

Patek Philippe tiene en el Calatrava uno de sus nombres propios; la pieza que mejor resume ese estilo clásico, de proporciones perfectas y elegancia que permanece. Ahora, da un nuevo impulso a uno de sus diseños más aclamados por los aficionados, el que luce en su bisel el motivo  ‘Clous de Paris’. Una reinterpretación de un diseño que ha cautivado a distintas generaciones y que ahora acomete con un estilo muy contemporáneo. Esto se concreta en una nueva referencia, la 6119 –número con el que, además, se rinde homenaje al histórico 3919 y a la referencia 5119 de 2006– que sube su diámetro  hasta los 39 mm, un tamaño que ya forma parte activa en la oferta de otros modelos de la firma.

Además de una mayor superficie, en la esfera los números romanos que estaban presentes en las referencias mencionadas son ahora sustituidos por índices aplicados tipo ‘obus’ y facetados en oro (con doble índice a las 12h). Un cambio que busca reafirmar ese aspecto atemporal y con el que Patek Philippe regresa a los orígenes del diseño Calatrava y, en concreto, a las referencias 96 de 1932 y 96D de 1934, que contaban con este tipo de índices aplicados. Otro detalle significativo son las grandes agujas de horas y minutos tipo ‘dauphine’, que también son una reminiscencia de la referencia 96 pero con tres caras en lugar de dos. Con este diseño se garantiza una correcta legibilidad, que además se ve potenciada por la incorporación del minutero tipo ‘chemin de fer’. Mientras, el pequeño segundero situado a las 6 horas muestra una subesfera dividida en cuatro cuartos alrededor de la cual gira una finísima aguja tipo ‘cabello’.

TR Tiempo de Relojes España_Patek Philippe

Si hay que decir algo de esta creación es que destila una elegante sobriedad, con su caja de oro blanco de 39 mm y esa esfera gris antracita con el toque azulado en el pequeño segundero a las 6 horas. Recordar que la caja tiene el fondo de cristal de zafiro para poder contemplar el calibre 30-255 PS. 

Emblema del clasicismo

Aunque es también evidente que uno de los detalles que más llama la atención se halla en el  bisel, con su forma redondeada y decorado con el motivo guilloché ‘Clous de Paris’. Tiene un perfil algo más ancho y biselado, con un fino ribete pulido alrededor del cristal tipo ‘box’.

Otro elemento que se ha modificado en esta nueva creación son las asas. La forma recta que mostraban en la referencia 3919 ha sido sustituida por una estructura curva, inspirada en la referencia 96 y en algunos modelos automáticos de la década de los 90, que ofrecen una perfecta transición entre la caja y la pulsera y aportan buenas dosis de comodidad.

Desde que el Calatrava fue lanzado en 1932 (referencia 96, que además era el primer modelo de la manufactura dotado de un número de referencia), ha sido considerado la quintaesencia del reloj clásico redondo. Su depurado diseño, inspirado en el principio esncial del movimiento Bauhaus “la forma sigue a la función”, ha sido reinterpretado en numerosas versiones –tanto para hombre como mujer–. Y lo ha hecho con distintos tipos de acabado: con biseles planos o redondos, lisos, engastados o con decoración guilloché; en versiones extraplanas, dentro de cajas estilo Officier, con esferas sobrias o con indicaciones más elaboradas.

Este nuevo Calatrava es digno heredero de una historia tan rica y Patek Philippe lo propone en dos versiones. La primera de ellas, la referencia 6119R-001, se plantea con combinación de caja de oro rosa y esfera graneada plateada realzada con índices aplicados y agujas de oro rosa. Para completar su imagen, luce pulsera de piel de alligator marrón chocolate. En el segundo caso (referencia 6119G-001), el material noble elegido es el oro blanco que se conjunga de forma sutil con una esfera gris antracita con satinado vertical en el fondo y un grabado tipo azulado para el pequeño segundero a las 6 horas; los índices aplicados y las agujas son también de oro blanco y va acompañada de una pulsera de piel de alligator negro brillante. Un detalle más: la forma característica de los cierres de hebilla que exhiben estas dos referencias 6119 fue creada originalmente por Henri Stern para el mercado americano.

TR Tiempo de Relojes España_Patek Philippe

Este nuevo Calatrava cumple escrupulosamente con el exigente sello que Patek Philippe instauró en los productos creados en su manufactura ginebrina. Como es tradicional en Patek Philippe, desde el trabajo realizado sobre la esfera con su satinado vertical, o el tratamiento del pequeño segundero a, por supuesto, el trabajo de decoración realizado en el movimiento.

Y si en la estética se muestra, como se puede comprobar, como una creacion de notable belleza y con argumentos que avalan su carácter, en la parte mecánica también sorprende. Y lo hace con un nuevo movimiento de cuerda manual que se incorpora a su amplia gama de calibres de fabricación propia. Pate Philippe se marcó como objetivo desarrollar un calibre de cuerda manual que ofreciera un diámetro superior al 215 PS, pero al mismo tiempo debía permitir la construcción de cajas planas. Por eso, el nuevo calibre 30-255 PS presenta un diámetro de encaje de 30,4 mm (diámetro total 31 mm), frente a los 21,5 mm del 215 PS (diámetro total 21,9 mm), con una altura de 2,55 mm. Para conservar un grosor idéntico, en la manufactura han diseñado varias soluciones ingeniosas, entre ellas un piñón de centro sin placa de rueda, que permite engranar con la rueda de centro por mediación de una rueda de transmisión, así como un rochete y una corona que van colocados no encima sino debajo del puente de barrilete.

Por lo que respecta a la energía, el calibre 30-255 PS se decanta por soluciones originales y con ello consigue ser un movimiento particularmente robusto y potente, dotado de una reserva de marcha de 65 horas. El movimiento cuenta con dos barriletes montados en paralelo, es decir que se arman y se desarman al mismo tiempo y engranan simultáneamente con el piñón de centro. A diferencia de los barriletes en línea, creados para prolongar la reserva de marcha, estos barriletes en paralelo han sido planteados para aumentar el par motor del movimiento, al sumarse los dos pares. Esta solución consigue obtener un máximo de potencia con un grosor limitado, y duplicar así la inercia del volante (10 mg/cm2, es decir la inercia más alta de todos los movimientos Patek Philippe 4 Hz). Evidentemente, esto garantiza una mejora en la estabilidad de marcha y, además, facilita el reglaje. La frecuencia de 4 Hz cumple el mismo objetivo; de hecho, en este calibre los criterios de precisión son los mismos que se marcan en el Sello Patek Philippe,  con una tolerancia máxima de -3/2 segundos por día.

El calibre ideado cuenta con el añadido un dispositivo de parada del segunderos, que permite detener el volante cuando se extrae la corona en posición de puesta en hora, lo cual se traduce en que el reloj puede ajustarse con total exactitud. Cuando se vuelve a pulsar la corona contra la caja, este mecanismo da un pequeño impulso al volante permitiéndole arrancar de nuevo. Otro detalle interesante del calibre 30-255 PS se encuentra en su arquitectura, que ha seguido el principio heredado que quiere que cada rueda o función posea su propio puente. A través del fondo de zafiro transparente, se pueden contemplar los seis puentes dotados de unos acabados dignos de la gran tradición relojera, entre ellos decoraciones Côtes de Genève y aristas achaflanadas y pulidas. De este modo, diseño y altas prestaciones se combinan de forma armoniosa en este nuevo movimiento.

Exaltación del guilloché

El resultado final es una pieza –la referencia 6119–, que devuelve a la primera línea al Calatrava que seguramente ha dejado una huella máss significativa de la colección: aquellos modelos que cuentan con  decoración ‘Clous de Paris’. Este motivo diamantado en forma de pequeñas pirámides aparece por primera vez en el bisel del Calatrava de 1934, el de la referencia 96D, dotado del mismo calibre manual 12-120, las mismas asas de pulsera curvadas y la misma esfera con índices aplicados y pequeño segundero que ya ofrecía la referencia 96. De hecho, la D se refiere precisamente a Decoración. 

Otro momento en el que la decoración ‘Clous de Paris’ aparece en un Calatrava es en 1972, en la referencia 3520D de cuerda manual (calibre 177). Ofrecía horas y minutos, números romanos y asas de pulsera rectas. En 1985 sale a la luz un modelo que va a imponerse como uno de los Calatrava más conocidos de la longeva colección. Es la célebre referencia 3919 con su calibre manual 215 PS, esfera blanca adornada con números romanos lacados en negro y asas de pulsera rectas, que además ofrecía un pequeño segundero a las 6h. Este modelo estuvo en  producción a lo largo de 20 años. Durante este periodo aparecen reinterpretaciones en pequeños diámetros destinadas a las muñecas femeninas, como la referencia 4819 (1987) con movimiento de cuarzo, la referencia 4820 (1988) con movimiento de cuarzo y bisel igualmente engastado, así como la referencia 4809 (1991) con movimiento manual 16-250. En el año 2000 aparece en escena la referencia 5115, que estaba propulsada por el calibre manual 215t PS; conservaba las asas de pulsera curvadas que recuerdan a las de la referencia 96D. Un año después, la referencia 5120, ofrece las asas de pulsera rectas, pero sobre todo destaca por su calibre 240 de cuerda automática. Dotada de números romanos alargados y estilizados, la referencia 5119 reinterpreta en 2006 la referencia 3919, con la diferencia de que crece en tamaño (36 mm frente a 33,5); eso sí, conserva su calibre manual 215 PS y sus asas de pulsera rectas. Por último, en 2009, este motivo aparece en un Calatrava en la referencia 5116, de esfera de esmalte Grand Feu.

Pero este guilloché ‘Clous de Paris’ también ha aparecido en el canto y en una de las dos esferas del Grandmaster Chime referencia 6300, el reloj de pulsera Patek Philippe más complicado. Lo hizo en 2016 y era una especie de recordatorio de la importancia que tiene esta decoración en la historia de la manufactura. Fue la última vez, porque desde 2018, salvo para las series limitadas de alta artesanía (las referencias 5177), Patek Philippe no proponía ningún Calatrava ‘Clous de Paris’ en su colección básica. Ahora vuelve con toda la fuerza y belleza. Y por supuesto, con su elegante porte.