Se aproxima la fecha en que se celebra El Día de Muertos, una tradición mexicana festejada el 1 y 2 de noviembre en la que se honra la memoria de éstos. Se originó como un sincretismo entre las celebraciones católicas (especialmente el Día de los Fieles Difuntos y de Todos los Santos) así como las diversas costumbres de los indígenas de México.
Asociada a otras celebraciones como el Día de Brujas o Halloween, aunque en realidad difiere mucho de esta, tiene como emblema la calavera. Precisamente este elemento es el que preside la esfera del nuevo L.U.C Skull One Calavera Pop Art de Chopard, el cual se reproduce bajo una inspiración pop art. La calavera mexicana lanza unos brillantes destellos de color en el centro de una caja de 40 mm de acero negro granallado y tratado con DLC extraplana de solo 7,2 mm de grosor.
El reloj está impulsado por el movimiento L.U.C 96.53-L, un calibre automático extraplano completamente concebido y ensamblado en los talleres de Chopard Manufacture con una reserva de marcha de 58 horas.
Los puentes del movimiento decorados a mano con Côtes de Genève y el microrrotor de aleación de tungsteno del movimiento son visibles a través de un fondo de cristal de zafiro ligeramente tintado.
Para festejar el Día de los Muertos su esfera presenta un calco de un motivo de calavera en los tonos de la bandera nacional mexicana, donde es una fiesta muy importante, le confiere su carácter inconformista y un toque de arte pop. Por su parte, el color negro de la caja tratada con DLC (Diamond Like Carbon) y de las agujas de horas y minutos tipo Dauphine crea un contraste radicalmente tenebroso.
El toque kitsch de los motivos de la festividad de los muertos se encuentra incluso en el estilizado logo L.U.Chopard insertado en el bigote y que evoca al fundador de la Casa, Louis-Ulysse Chopard.
El reloj se presenta con una correa de cuero de becerro negro con forro verde y pespuntes rojos y verdes replicando los vivos colores de la esfera. La hebilla de acero también ha sido tratada con DLC negro.