El Alpiner Extreme Regulator Automatic reaparece hoy en la colección Alpina bajo una nueva luz. Una poderosa creación con indicación separada de las horas, los minutos y los segundos, que se encuentra dentro de una caja de alta resistencia capaz de soportar las condiciones más extremas, como su nombre indica, ilustrando la misión por excelencia de la marca. Con un tamaño ultracompacto de 41 mm, su esfera, finamente esculpida, le confiere un aspecto más asertivo.
Desde 2005, el Alpiner Extreme Regulator es un reloj que ha acompañado el renacimiento de la marca y que aún hoy le ayuda a alcanzar un nuevo hito gracias a su aspecto único: una nueva caja más compacta y vigorosa, que ha pasado de 48 a 41 mm, y una esfera cuyo color y patrón la hacen única: un motivo de triángulos, símbolo de las cumbres alpinas, que ahora recorre toda la esfera, a diferencia de sus predecesores, en los que estos famosos triángulos sólo decoraban el centro. Y sobre todo, el regreso de su calibre AL-650 que impulsó sus latidos iniciales hace casi 20 años.
Los reguladores ofrecen una visión diferenciada de cada una de sus indicaciones por lo que los minutos, las horas y los segundos no están en el centro sino separados: las horas a las 10, los segundos a las 6. Esta indicación se concibió inicialmente para ofrecer una mayor precisión de lectura, sin riesgo posible de confusión, sobre todo cuando las agujas se superponen, una vez por hora.
Además, los reguladores fueron adoptados prioritariamente por los inspectores ferroviarios, para garantizar la precisión de las salidas y llegadas cuando los primeros trenes de larga distancia empezaron a cruzar varios husos horarios, especialmente en Estados Unidos.
Alpina consideraba que esta precisión no debía ser prerrogativa de un solo oficio y la ofrecía a sus principales clientes: los exploradores y aventureros de las cumbres alpinas. Cuando la marca resurgió a principios del siglo XXI, se retomó esta herencia con los modelos Avalanche Regulator y el Avalanche Regulator Extreme.