
Hoy, con el Streamliner Genesis 2, la marca toma un nuevo rumbo. Abandona la abstracción digital y vuelve a la verdad esencial de la materia. Es un reloj que no repite, que no evoca: respira autenticidad, se impone por su presencia y se consolida como el puente entre la primera chispa y el desenlace aún por venir.
La chispa funcional
El Endeavour Centre Seconds Genesis no fue un simple ejercicio de diseño. Introdujo un nuevo lenguaje dentro de la alta relojería contemporánea. Por primera vez, una casa centenaria se adentraba sin reservas en la web 3.0, utilizando la tecnología blockchain como herramienta de autenticación —no como artificio— y dotando al reloj de un ecosistema digital propio a través de NFT que trascendían lo meramente virtual.
El impacto fue inmediato. La industria tomó nota, la prensa especializada destacó su audacia y los coleccionistas debatieron su propuesta disruptiva. Polarizante, sí, pero profundamente relevante, se convirtió en un icono codiciado y en símbolo del momento en que la tradición decidió someterse a una revolución conceptual.
La materia reclama su trono
Mientras el primer Genesis exploraba los códigos invisibles del blockchain, el Streamliner Genesis 2 —segundo acto de la trilogía— recupera el valor absoluto de lo tangible.
Regresa a lo que se toca, a lo que refleja la luz, a lo que tiene peso. Su caja de acero en forma de cojín, esculpida con precisión, abraza la muñeca con naturalidad. El brazalete integrado, de eslabones fluidos y acabados satinados, expresa el ADN inconfundible de la colección Streamliner.
La esfera en Vantablack®, capaz de absorber el 99,965 % de la luz, crea un negro total que domina la mirada y hace que las agujas —con inserciones de Globolight®— parezcan suspendidas en el vacío. Un eco del primer Genesis, interpretado ahora desde una perspectiva más introspectiva.
La corona pixelada en titanio impreso en 3D retoma el guiño digital del modelo de 2022, pero lo traslada al terreno de la materia. Si el primer Genesis abrió puertas al mundo virtual, el Streamliner Genesis 2 ancla esa visión en el acero, otorgándole forma, textura y densidad.
Una trilogía pensada como una obra
Poseer un Genesis significa formar parte de un universo exclusivo. Tener los tres es atesorar la historia completa: un tríptico donde cada capítulo alimenta al siguiente sin repetirse jamás. El Endeavour Centre Seconds Genesis proyectó a la marca hacia un futuro digital. El Streamliner Genesis 2 la devuelve al presente tangible. La obra culminará con una síntesis final entre ambos mundos.
Para preservar esta dimensión íntima y coleccionista, el Streamliner Genesis 2 solo estará disponible para los cincuenta propietarios del primer Genesis, quienes a su vez podrán transmitir la invitación a una única persona: un amigo, un familiar, alguien elegido para continuar la historia. Una cadena humana, una comunidad privada, un círculo que se expande sin perder su esencia.
H. Moser & Cie.: una mirada única a la Alta Relojería
Con el Streamliner Genesis 2, la manufactura reafirma su visión: la alta relojería no es solo precisión, es relato; no es solo materia, es significado. Y Genesis, más que una colección, es una obra dramática que se despliega en tres actos para quienes saben apreciar lo excepcional.




