En honor a Michel Parmigiani: una repetición de minutos nacida de su arte y legado

Cada 2 de diciembre, Parmigiani Fleurier celebra el cumpleaños de su fundador no con palabras, sino con creación. Para Michel Parmigiani, el tiempo nunca ha sido solo una medida: es materia viva, esculpida a través de la armonía, la proporción y la paciencia.

Cada 2 de diciembre, Parmigiani Fleurier celebra el cumpleaños de su fundador no con palabras, sino con creación. Para Michel Parmigiani, el tiempo nunca ha sido solo una medida: es materia viva, esculpida a través de la armonía, la proporción y la paciencia. Este año, con motivo de su 75.º aniversario, la Maison presenta La Ravenale, un Objet d’Art singular donde la restauración, la maestría artesanal y la pureza mecánica convergen.

Este año, con motivo de su 75.º aniversario, la Maison presenta La Ravenale, un Objet d’Art singular donde la restauración, la maestría artesanal y la pureza mecánica convergen.

Se trata de un reloj de bolsillo Lépine único, concebido como un diálogo entre la geometría de la naturaleza y la máxima expresión del savoir-faire relojero. En su interior late un calibre de repetición de minutos de los años 20, restaurado y revitalizado gracias al dominio de la Maison en técnicas de conservación y restauración.

Inspiración natural: La Palma del Viajero

El nombre proviene de la Ravenala madagascariensis, la Palma del Viajero de Madagascar, cuya simetría perfecta sigue las leyes de la proporción áurea y cuyo tronco almacena agua para sustentar a los viajeros en paisajes remotos.

Para Michel Parmigiani, estas formas naturales revelan un orden subyacente. Este espíritu guía la decoración de la caja, la esfera y los puentes, así como la marquetería de ópalo y jade que adorna la tapa trasera, creando una composición equilibrada entre luz y sombra, cielo y tierra.

El formato Lépine potencia este lenguaje artístico, ofreciendo claridad y espacio para que los métiers d’art se desplieguen con toda su profundidad: grabado, marquetería y trabajo en piedra respiran sobre superficies diseñadas específicamente para ellos.

La voz de una repetición de minutos renacida

Más que una obra visual, La Ravenale es un reloj que habla. Su repetición de minutos —restaurada a partir de un calibre histórico Ed. Koehn— transmite el tiempo mediante el sonido, la expresión más íntima de la mecánica.

A demanda, el reloj marca horas, cuartos y minutos con dos tonos distintos: un tono grave para las horas, un tono agudo para los minutos y un compuesto de ambos para los cuartos. Dos timbres cuidadosamente afinados otorgan al reloj su identidad acústica, recuperando la claridad y el equilibrio de su voz original.

El mecanismo de repetición permanece discretamente integrado; nada en la esfera delata su presencia. Cuando se activa, alterna tonos graves, agudos y combinados, y su construcción Lépine favorece la resonancia gracias a un volumen interno abierto que permite que las vibraciones se propaguen con pureza.

Perpetuando el legado a través de la restauración

En el corazón de La Ravenale late un calibre histórico procedente de los talleres Ed. Koehn, una de las maisons más discretas y prestigiosas de Ginebra.

El movimiento ultra-plano —horas y minutos centrales, segundero pequeño a las 6 h y repetición de minutos— ha sido revitalizado mediante un proceso en el que el tiempo se convierte en materia. Los puentes, grabados con motivos inspirados en la palma del viajero, fusionan estructura mecánica y geometría natural, convirtiendo la precisión en ornamentación.

Cada pieza fue cuidadosamente preservada, sin componentes de reemplazo; las joyas se mantuvieron durante el grabado, y anglage y découvertes se finalizaron con herramientas tradicionales de madera. Cada marca de calibración histórica se restauró a mano, reanudando un diálogo iniciado hace un siglo.

Ópalo y Jade

La caja de oro blanco revela un doble fondo decorado con marquetería de ópalo y jade.

  • Ópalo, delicado y cambiante, requiere precisión extrema en cada fragmento cortado, moldeado y pulido.
  • Jade, igualmente frágil, aporta un contrapunto sereno, difuminando la luz en lugar de reflejarla.

La esfera azul profundo se logra mediante un tratamiento PVD calibrado que deposita una capa ultrafina de color, creando una profundidad cromática excepcional, un gesto contemporáneo dentro de un objeto forjado por técnicas ancestrales.

Jade de Guatemala, ópalo lechoso de Turquía y ópalo azul de Australia forman una composición de contrastes equilibrados, un juego sereno entre lo mutable y lo permanente.

Las manos doradas detrás de La Ravenale

Una constelación de Maîtres Artisans da vida a este Objet d’Art: los maestros que traducen los ideales de Parmigiani Fleurier en forma tangible. Su labor abarca puentes grabados, oro esculpido, marquetería de piedras y una cadena forjada a mano, que requirió casi cien horas de trabajo.