El reloj Arceau, diseñado por Henri d’Origny en 1978, se presta a una nueva interpretación basada en el espíritu de viaje. Elaborada en platino y titanio (41 mm) o en acero (38 mm), su caja con asas asimétricas revela una singular reinterpretación de la clásica complicación hora universal, ya que el mecanismo “Travelling time” desarrollado exclusivamente para Hermès proporciona un mecanismo de disco la visualización de 24 zonas horarias. El satélite gravita sobre un mapa, imaginado por Jérôme Colliard para el pañuelo de seda “Planisphère d’un monde équestre”.
El contador móvil y la indicación de la hora local a las 12 horas son impulsados por un módulo de 122 componentes, que mide solo 4,4 mm de grosor e integrado dentro del movimiento mecánico automático Hermès H1837 desarrollado por Jean-François Mojon. El mecanismo alimenta las horas, los minutos y la pantalla de hora dual con indicación de ciudad.