En 2020, Grand Seiko presentó el «Tourbillon de fuerza constante T0», un concepto de movimiento que incorporaba un mecanismo de fuerza constante y un tourbillon como una unidad en un solo eje. Dar vida al concepto en un reloj acabado ha precisado la dedicación de un equipo formado por diseñadores, ingenieros y artesanos encargados del montaje y acabado del movimiento y de la caja. Todos y cada uno de los 340 componentes del calibre han sido rediseñados para la producción dando como resultado el Calibre 9ST1, que establece un nuevo estándar de precisión. 

La caja de 43,8 mm está construida con platino 950 y Brilliant Hard Titanium de Grand Seiko, presentando algunas partes pulido espejo y otras un acabado mate.