El viaje relojero de Louis Vuitton promete intensidad y emociones en este 2024. Tras el renovado Tambour, ahora es el turno de la colección Escale. Un nuevo enfoque estético que se comprueba por vez primera en el Cabinet of Wonders métiers d’art. Tres modelos –Dragon’s Cloud, Snake’s Jungle y Koi’s Garden–, ejecutados en el mismo diámetro (40 mm), y que reflejan a la perfección ese espíritu de los Escale. Estas creaciones, impulsadas por calibre cronómetro LFT023), son un claro homenaje al legado de Gaston-Louis Vuitton, cuyo amor por el arte dio forma a la identidad actual de Louis Vuitton.
Este tríptico artesanal comienza con un modelo en oro rosa, el Dragon’s Cloud, que representa a un dragón sosteniendo un monograma GLV engastado en cornalina. Los dragones asiáticos son criaturas del cielo y del agua, y para reflejar ese hábitat se escogió la técnica del damasquinado, una forma de marquetería que utiliza metales de colores en contraste y que le permite ofrecer una apariencia multicapa. Por su parte, la esfera se remacha primero hasta obtener un acabado mate y después se perfilan las ranuras donde irán depositados los hilos de oro amarillo u oro rosa.
El dragón (y las nubes que lo rodean) han sido grabados y acabados alternando superficies pulidas y mates; sus escamas están esmaltadas, y la mitad inferior de su cuerpo se realiza con esmalte paillonné. Nada usual, y menos en relojería, este tipo de esmalte contiene pequeños fragmentos de pan de oro (conocidos como paillons. Otro elemento más del ideario creativo aparece en escena a través de los paillons de flores Monogram de oro amarillo, que adornan las escamas del dragón, mientras que la esfera acoge otras flores Monogram más grandes de oro rosa. Para cerrar el discurso de esta primera pieza, el monograma GLV ofrece una visión del ojo del dragón en rojo brillante y un secreto, un cabujón de rubí sostenido por el párpado de oro amarillo.
Mientras tanto, el Louis Vuitton Escale Cabinet of Wonders Snake’s Jungle se inspira en el corazón de un verde bosque de bambú en el que se halla una serpiente reticulada engastada en brillantes joyas de tonos azules y verdes que levanta la cabeza, con la lengua bífida y los colmillos extendidos. Su mirada queda fijada en la esfera flotante de oro y nefrita que forma el monograma de Gaston-Louis Vuitton.
El bosque de bambú es una composición integrada por madera, pergamino y paja, tres materiales que son cortados y ensamblados a mano –tiene un total de 367 piezas–. Para la encarnación de la serpiente se combinaron tres técnicas: micro escultura, grabado y esmaltado champlevé. Para darle el efecto tridimensional, las espirales de su cuerpo de oro blanco se han esculpido con perspectiva, mientras las escamas están ahuecadas y decoradas con trazos grabados en V y flores Monogram. Un ramillete de hojas de bambú, también esculpidas, grabadas y esmaltadas, enmarcan la parte superior derecha de la esfera encerrando el monograma GLV.
En una caja de oro blanco, dos carpas ejecutan una danza entre los torbellinos de un arroyo transparente rodeadas de guijarros de colores. Esta escena del Louis Vuitton Escale Cabinet of Wonders Koi’s Garden es el resultado de 150 horas de meticuloso trabajo manual. Las carpas han sido elaboradas en oro blanco: cada escama, cada aleta y cada bigote ha sido grabado a mano antes de su cocción en el horno que aporta una fina capa de óxido oscuro a la carpa.
Los guijarros ofrecen un color ámbar, por un lado, que se consigue con la utilización de cuarzo ahumado, mientras que los de color blanco han sido creados en cristal de roca. Los guijarros, además, han sido engastados con diamantes y evocan el efecto de la luz del sol sobre el agua. Las ondulaciones de agua están grabadas a mano sobre una esfera de oro blanco, donde se puede encontrar el monograma personal de Gaston-Louis Vuitton a las 6 horas.
Un último detalle de estos nuevos Louis Vuitton Escale; los tres relojes Cabinet of Wonders se combinan con correas de piel de becerro trenzadas a mano para simular las empuñaduras de cuero de las katanas japonesas.
