ESTE LLAMATIVO reloj fue uno de los primeros relojes Speedmaster lanzados por Omega en 1957 como parte de la «Trilogía» de relojes profesionales de la marca, que también incluía el Seamaster 300 y el Railmaster. La cifra es espectacular, sí, pero en consonancia con lo que se está viviendo en el universo de las subastas, un negocio creciente no solo en las cantidades invertidas sino en los productos que están llegando al mercado.

Y es que ejemplos de esta efervescencia de precios hay varios. Como, por ejemplo, en la reciente celebración de la bienal subasta benéfica Only Watch donde, por ejemplo, el último reloj ultrafino «Jumbo» del Royal Oak de Audemars Piguet, referencia 15202, ha adquirido un precio prácticamente idéntico al de este Omega; o en el anuncio por parte de Phillips, en asociación con Bacs & Russo, del total de ventas más alto en la historia de las subastas de relojes alcanzado en la subasta de Ginebra Watch: XIV. Un total de 68,2 millones de francos suizos.

Si bien muchos de los relojes objeto de deseo de los coleccionistas se valoran por haber estado almacenados de forma segura durante décadas, este extraordinario Omega Speedmaster ha tenido una vida activa, a menudo a plena luz del sol, lo que ha dado como resultado una esfera ‘tropical’ única que ha envejecido hasta adquirir un vibrante tono chocolate con leche.

Además su tono marrón es increíblemente uniforme en todas partes y el material luminoso tanto en la esfera como en las agujas ha envejecido al mismo ritmo, dándoles un atractivo tono dorado. Esta uniformidad de color también confirma que el reloj no ha sufrido ningún servicio disruptivo.

Los Omega con referencia CK2915 solo se fabricaron entre 1957 y 1959 y se produjeron en solo tres declinaciones diferentes, lo que convierte al CK2915-1 en uno de los primeros y más coleccionables modelos Speedmaster.

Las diferencias clave con los modelos de generaciones posteriores incluyen las agujas de horas y minutos de gran tamaño ‘Broad Arrow’, el bisel metálico y los gráficos de esfera únicos, que se distinguen por la «O» ovalada de Omega.

El modelo de primera generación, referencia CK2915, es considerado por los coleccionistas como ‘el grial’. Fue el primer cronógrafo que presentaba una escala taquimétrica en el bisel, en lugar de la esfera, y el primer Speedmaster en extraer su poder del emblemático Calibre 321, un movimiento extremadamente robusto y fiable.

Además del reloj, el orgulloso nuevo propietario recibió un «Extracto de los archivos» Omega que confirma la producción del reloj actual el 22 de noviembre de 1957, y documentación original del producto.