Los orígenes del nombre Ranger se remontan al año 1929, antes de la British North Greenland Expedition, la misión científica que partió de Londres el 8 de julio de 1952 y que duró dos años para estudiar las capas de hielo de Groenlandia provista de relojes Oyster Prince.
Aunque los relojes Tudor utilizados por sus miembros entre 1952 y 1954 nunca llevaron esta inscripción en sus esferas, los modelos Ranger posteriores han perpetuado el concepto del reloj de expedición, un instrumento robusto, práctico y asequible.
En la época en que Hans Wilsdorf registró el nombre «Ranger», tres años después de registrar la marca comercial «The Tudor», la denominación no se usaba para indicar el modelo específicamente, sino para añadir un aspecto aventurero a ciertos relojes de la firma.
La estética que ahora reconocemos como Ranger no apareció hasta la década de 1960, con sus grandes números árabes, generosamente revestidos con material luminiscente en las 3 (para los modelos sin fecha), las 6, las 9 y las 12 h, así como sus agujas de diseño único.
A lo largo de su historia aparecieron diversas variantes, con y sin fecha, de cuerda automática o manual e inicialmente con el logotipo de la rosa de Tudor seguido del escudo en la esfera. En 1973, se realizó una versión del Ranger con un brazalete integrado bajo el nombre de «Ranger II».
El nuevo Ranger de 2022 presenta seis elementos que le hacen único:
- Caja satinada en acero 316L de 39 mm de diámetro, con un bisel fijo en el mismo material.
- Esfera abombada con granulado negro mate con marcadores de la hora pintados con revestimiento luminiscente grado A Swiss Super-LumiNova.
- Agujas «Ranger» con revestimiento luminiscente grado A Swiss Super-LumiNova.
- Calibre de Manufactura MT5402, certificado por el Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC), con espiral de silicio y reserva de marcha de 70 horas.
- Tres opciones de brazalete: tejido de Jacquard verde oliva con bandas rojas y beige, híbrido de caucho y cuero o acero 316L con cierre Tudor «T fit» con ajuste rápido.
- Garantía transferible de cinco años sin necesidad de registro ni de revisiones de mantenimiento periódicas.
Sobre la British North Greeland Expedition, campo de pruebas
La British North Greenland Expedition supuso un momento transcendental para Tudor y sus relojes herramienta, siendo, de hecho, una de las primeras pruebas a largo plazo, bajo condiciones extremas del mundo real, implementadas por la marca. Los miembros de la expedición monitorizaron las variaciones en la precisión de sus relojes Oyster Prince en comparación con las señales horarias emitidas por la BBC, y las registraron en cuadernos específicamente previstos para ello.
Teniendo en cuenta las temperaturas previstas, los relojes Tudor que participaron en el proyecto fueron especialmente lubricados con aceite «ártico» y provistos de extensiones de brazalete para que los relojes pudieran llevarse sobre las mangas de las parkas. A su regreso de Groenlandia, uno de los miembros de la expedición escribió en una carta a Tudor, la cual se ha conservado en los archivos de la marca, que su reloj «mantenía una precisión excepcional» y que «en ningún momento hubo que darle cuerda a mano».