Rado lanzó el modelo Anatom en 1983, nombre que hacía alusión a su ajuste perfecto a la anatomía de la muñeca gracias, entre otras cosas, a la introducción del cristal de zafiro. 

La caja original del Anatom, de metal duro, se ha sustituido por cerámica de alta tecnología, un material en cuyo uso Rado es pionera. Las dos caras de su esfera de zafiro están redondeadas y presentan un revestimiento antirreflecante. Por primera vez en la historia del Anatom, la correa es de caucho, aportándole elegancia y frescura al modelo.

Las esferas de los tres modelos de la nueva gama están lacadas y pulidas con acabado cepillado satinado horizontal y ofrecen tres tonos -verde, azul y coñac- mezclados con el negro en degradé. Presentan índices rodiados con SuperLumiNova de color blanco, el emblema de ancla móvil rodiado sobre fondo negro y los logotipos de Rado y “Automatic” en blanco.

Anatom con esfera verde en degradado

Las dimensiones de la nueva caja son de 32,5 x 46,3 x 11,3 mm y, en su interior, se aloja el calibre R766 de cuerda automática para las funciones de horas, minutos, segundos centrales e indicador de fecha. Con una resera de marcha de 72 horas, comprende una espiral antimagnética de Nivachron y ha sido probado en cinco posiciones (en lugar de tres) con el fin de conseguir mayor exactitud.

Como parte de esta celebración, Rado lanza también una edición limitada del Anatom que incorpora 11 índices engastados con diamante y una caja completamente negra.

La edición limitada a 40 ejemplares se presenta en un estuche conmemorativo del 40 aniversario numerado individualmente.

Cuando se presentó el Anatom en 1983, un reloj impresionante en todos los sentidos (incluido su futurista cristal de zafiro), el mercado ya llevaba un tiempo explorando relojes con formatos que se salían de la convencional caja redonda. La forma rectangular, casi cuadrada, de un antiguo reloj Rado que data de los años 30 demuestra la labor de investigación de una marca que siempre ha despuntado en innovación y originalidad, incluso décadas antes de la aparición de otros relojes icónicos. 

Fruto de esos valores, en los años 1960 Rado creó el atrevido modelo Manhattan rectangular, con un diseño resistente al agua gracias a un sistema de sellado patentado, y utilizó una estructura de cola de águila para sujetar el cristal de zafiro de la colección Glissière. Esta ingeniosa solución mecánica ya no es necesaria gracias a los modernos adhesivos, que ofrecen una excepcional fiabilidad.

Cuando la extrema dureza del cristal de zafiro sintético comenzó a igualar o incluso sobrepasar la de los metales seleccionados para las cajas de los relojes, se abrió un amplio abanico de posibilidades. Ya no era necesario utilizar un armazón o proteger el cristal, ya que había pasado a ser igual de duro que la caja. Además, Rado había descubierto que el cristal de zafiro se podía tallar y dar forma con herramientas de diamante, un auténtico hito de la familia Anatom, para conseguir exactamente el resultado deseado. 

Comenzaron a aparecer elementos exquisitos, como cristales de una sola pieza (que en ocasiones contaban con varias capas), dando lugar a diseños de relojes únicos y modernos. Rado posee numerosas patentes asociadas a sus innovaciones en este campo. La combinación de una caja de acero inoxidable, piezas de metal duro (carburo de tungsteno) ajustes en cola de águila y un cristal de zafiro transformó la búsqueda de la resistencia absoluta a los arañazos en una realidad, tal como quedó reflejado en modelos como el V2200, el Integral y, por supuesto, los de la colección Anatom.

Además del cristal de zafiro convexo o redondeado, surgieron nuevas formas fluidas para las sujeciones del brazalete y la caja. El Anatom era novedoso y revolucionario, y las líneas angulares desaparecieron en favor de líneas puras y fluidas que, combinadas con el cristal redondeado, hacían que el concepto “anatómico” adquiriera todo su significado. 

A comienzos de los años 1980, los primeros ejemplares incorporaban un mecanismo de cuarzo. Sin embargo, y ante la vuelta por el gusto de los relojes mecánicos, en 1996 se lanzó el primer modelo automático de la familia Anatom, que se convirtió en un elemento popular de la colección. 

Unas décadas después, en otoño de 2023, y gracias a una constante labor de innovación, nueva versión del Anatom está lista para su producción. Esta versión cuenta con una nueva caja de cerámica de alta tecnología, un cristal de una sola pieza y esferas con diferentes acabados que satisfarán a los coleccionistas más exigentes.

Rado ha añadido la irresistible comodidad y sensualidad de las cajas de cerámica de alta tecnología al placer visual que aportan los contornos anatómicos. Esto constituye un paso más en la búsqueda de la comodidad y la perfección estética absolutas, en este caso a través de la exclusiva familia Anatom, que tiene una historia excepcional.

Ref. 01.152.0202.3.010 del año 1983

Mecanismo de cuarzo Rado calibre 03.152.102

Caja de 28 mm de ancho

Cristal de zafiro cilíndrico metalizado con plata y fijado con dos elementos protectores de metal duro situados a las 6 y las 12 h

Parte central de la caja de acero

Corona de acero con símbolo del ancla

Esfera de color plata con franjas horizontales plateadas

Brazalete de acero con franjas horizontales idénticas a las de la esfera y tres índices de acero

Refs. R10202209/R10202319/R10202309 del año 2023

Mecanismo automático Rado calibre R766 

Caja de 32,5 mm de ancho

Bisel de cerámica de alta tecnología de color negro mate

Cristal de zafiro cilíndrico, biselado, metalizado en color negro y pegado

Corona de cerámica de alta tecnología de color negro mate, tapa trasera de acero inoxidable con cristal de zafiro transparente y parte central de acero con revestimiento PVD de color negro

Esfera de color azul con efecto degradado y fondo lacado y pulido con cepillado satinado horizontal

Correa de caucho de color negro con cubierta del cierre de cerámica de alta tecnología de color negro mate