Convertida ya en la apertura del año, la LVMH Watch Week ha dejado en la edición celebrada en Miami los primeros detalles de por dónde circulará el ejercicio. Y hay algo que queda claro: el color verde va a ser uno de los elementos recurrentes en las colecciones de todas las marcas… Eso sí, cada una con su propia interpretación y matices. Pero además del color –la relojería dejó hace tiempo de limitarse al blanco o al negro en sus esferas– hay una pieza que ha destacado sobre el resto en este inicio de temporada, y es el MP-10 de Hublot. Con el nombre completo MP-10 Linear Weight Tourbillon reinventa el sistema de cuerda automática. Estamos ante un reloj sin esfera que emplea dos masas lineales en lugar de la masa oscilante tradicional y que se muestran a ambos lados de la visualización de la hora, que tampoco es convencional –aunque no inédita en relojería–, a través de rodillos. Cuenta además con una reserva de marcha circular y para completar su complejidad, incorpora un tourbillon inclinado a 45 grados. Una demostración de las capacidades de Hublot que se observa también en otro detalle no menos importante como es el cristal de zafiro de sinuosas formas que permite contemplar la evolución de esta singular mecánica.

Pero la manufactura de Nyon, no se queda ahí, ha presentado otras propuestas en las que queda manifiesta su querencia por fusionar materia y color con un estilo tan particular como impactante. Es el caso de los Hublot Classic Fusion Tourbillon Orlinski en un llamativo color amarillo u optando por un azul cielo tan delicado como complejo de ejecutar. Y por seguir la estela del verde, otro apunte Hublot donde muestra su carácter: el Big Bang Unico Green Saxem, un nuevo tono en su revolucionario material cuyo efecto es muy similar al conseguido con el zafiro, es igual de resistente, pero es todavía más luminoso.

Bulgari, por su parte, centra una de sus apuestas en el Bvlgari Bvlgari y su inconfundible bisel con dos nuevas combinaciones de caja de oro amarillo con esfera negra y oro rosa con esfera plateada opalina, ejecutados en 38 mm (mecánico) y en 26 mm (cuarzo). Nacida como Bulgari Roma en 1975, la colección ha evolucionado durante estos casi cincuenta años pero sin perder un ápice de su personalidad. La misma que tiene la colección Lvcea, que este año cumple diez años de su nacimiento. La visión contemporánea se presenta en acero u oro, con sus líneas reimaginadas –tanto en el bisel como en los eslabones del brazalete en forma de V­– y en las esferas se opta por el nácar… aunque sin duda creación más espectacular es la que ofrece la marquetería de fragmentos de malaquita, que convierte cada pieza en única. Y si a alguien le queda duda del valor del oro amarillo en las primeras propuestas de Bulgari en 2024, basta atender a otra línea marcada por el éxito, el Octo Finissimo Yellow Gold.

En TAG Heuer, el verde marca las primeras apariciones, pero no solo porque en su mandato innovador el plasma y la batería solar también tendrán este año su protagonismo. Pero centrándonos en esta ocasión en el color de moda –no es tampoco una novedad–, debemos decir que el primero imbuido de esa tonalidad es el sempiterno e icónico Carrera, que lo hace además por partida doble, en formato cronógrafo de un solo contador de 30 minutos en una versión crono que incorpora un tourbillon. Un ejercicio donde un color verde muy particular en su acabado se adueña de la esfera para hacer todavía más impactante al Carrera Glassbox Chronograph, un modelo inspirado en el mítico Carrera Dato 45 de 1968, con la fecha situada a las 9 horas y un solo contador de 30 minutos a las 3 horas. Por su parte, el TAG Heuer Carrera Chronograph Tourbillon ofrece una elegante esfera circular cepillada en verde azulado. En el interior, late en ambos casos el mismo calibre, el TH20-07, un movimiento cronógrafo automático de rueda de pilares con un rotor bidireccional. Y para completar el efecto ‘greeen’, hay que revisitar el Connected de la firma, que en su última versión viste a su ya reconocible Calibre E4 con un elegante y al mismo tiempo intenso color verde. Un elemento llamativo para una pieza que se sitúa a la vanguardia en cuanto a prestaciones.

Verde también es una de las propuestas más interesantes de Zenith (no la única) del  Chronomaster Original Triple Calendar, que además vuelve a los orígenes. Mantiene la alta frecuencia y coloca la lectura del calendario en discretas ventanillas situadas simétricamente sobre los contadores del cronógrafo, con la fecha a las 4:30 h. La indicación de la fase lunar se integra en el contador de los minutos. En el interior de la caja de 38 mm de acero, un calibre que versiona la última generación de El Primero de alta frecuencia; el movimiento El Primero 3610 funciona a 50 Hz (360.000 alt/h) e indica las décimas de segundo.

Un último apunte no menos interesante tiene por protagonistas a Daniel Roth y Gérald Genta, dos marcas que en el grupo vuelven a la primera línea y lo hacen con su particular visión de la relojería, solo que ahora interpretada desde La Fabrique du Temps. El primero ha presentado un reloj de Suscripción con tourbillon, con el que además de mostrar sus cartas estilísticas para esta nueva etapa, rinde homenaje al tourbillon Ref. 2187/C187, el modelo inicial de Daniel Roth.

Por su parte, los primeros relojes desde el renacimiento de Gérald Genta siguen el enfoque inflexible que el diseñador impuso para su marca desde sus primeros días en 1969: complicaciones de Alta Relojería reinterpretadas en caprichosas creaciones relojeras. Es el caso del Gérald Genta Minute Repeater Jumping Hours 

Minute Retrograde con la figura central de Mickey Mouse y que fue ideada para el Only Watch 2023 Edition que no llegó a celebrarse, y que introduce el calibre GG-001, un movimiento de manufactura desarrollado y ensamblado por La Fabrique du Temps bajo la supervisión de Michel Navas y Enrico Barbasini.