Freak ONE, dos décadas de heterodoxia

Hace veintidós años dos hombres visionarios, Rolf W. Schnyder y Ludwig Oechslin, aunaron esfuerzos para sacar del letargo a una marca que había debutado en 1846 con gran éxito gracias a la calidad de sus cronómetros de marina. Lo lograron en 2001, al convertirse Ulysse Nardin en la precursora del empleo del silicio en relojería. 

El silicio es tres veces más ligero que el acero, no necesita lubricante, es antimagnético, insensible a los cambios de temperatura y muy resistente. Es el mineral ideal para fabricar los principales componentes de los relojes mecánicos, cuya arquitectura no podría conseguirse con los materiales tradicionales.

Y fue precisamente en 2001 cuando nació el reloj más raro jamás visto y que dado su carácter único fue llamado Freak: un reloj sin agujas, sin esfera y sin corona. Un reloj rebosante de tecnología y diseño vanguardistas que cambió la percepción de cómo debería ser un reloj mecánico y cómo debía funcionar. Todo un friki que hoy pasa el relevo al Freak ONE. En él, como hace dos décadas y nueve modelos Freak después, la hora se ajusta mediante un sistema integrado en el bisel, y para darle cuerda se utiliza un dispositivo integrado en el fondo de la caja. Además, el tourbillon carrusel orbital de una hora hacía las veces de agujas para indicar las horas.

Freak ONE está regulado por una espiral de silicio introducida en 2008 y un escape tratado con DIAMonSIL, un innovador tratamiento de superficie de plasma de silicio y diamante sintético, aplicado por primera vez en el Freak en 2007, que hace que el movimiento sea resistente a la abrasión y a los golpes.

El Freak ONE también sintetiza la estética de las generaciones anteriores del Freak, desde el bisel con muescas del Freak original de 2001 hasta el tren de engranajes abierto del Freak Cruiser de 2013 y los códigos de legibilidad del Freak Vision de 2018. Los detalles de titanio recubierto de DLC negro y oro rosa recuerdan a las versiones recientes del Freak, como el Freak S del año pasado.

Con respecto a su sistema de cuerda automática, denominado Grinder, el movimiento automático del Freak ONE tiene una reserva de marcha de 72 horas. Este sistema de cuerda patentado, presentado por primera vez en el Freak Vision de 2018, ha sido diseñado para almacenar energía incluso con los movimientos más pequeños de la muñeca. Su rotor está conectado a un marco que lleva cuatro paletas, lo que confiere al sistema el doble de trayectoria angular, un poco como una bicicleta equipada con cuatro pedales en lugar de dos. Esto lo hace dos veces más eficiente que los sistemas de armado típicos.

Atado al extremo de la caja de 44 mm realizada titanio y DLC negro, bisel de oro rosa 5N, fondo de caja de titanio negro con inserciones de zafiro, su correa de caucho está hecha con un 30 por ciento de desechos de producción reciclados por BIWI, socio suizo de Ulysse Nardin.