A lo largo de su periplo creativo, la Maison Dior ha ido desgranando todo un savoir-faire tan excepcional como personal. El espíritu del fundador sigue marcando el territorio y también el camino de la expresión… de la exclusividad. Eso que se se define como personalidad y que transmite la esencia de la verdadera alta costura. Un elemento primordial para entender dónde se halla la inspiración y dónde, por supuesto, deja las mejores y más contundentes razones de su éxito.
En la relojería, la firma ha conseguido transmitir esa sensibilidad y actitud especial gestada alrededor de la moda con creaciones que han marcado un estilo diferente. Algunas de esas colecciones realizadas por Dior Horlogerie no solo forman parte activa de su ideario sino que han protagonizado un particular sentido y estilo relojero; esa visión de la alta costura manejada en una superficie mucho más pequeña pero no por ello menos excepcional: la caja de un reloj.
Si hay que dar valor y buscar responsables, hay un nombre importante en este carácter: Victoire de Castellane, Directora Artística de Dior Joaillerie. No ha sido la única, pero si una de las protagonistas de traducir en el mundo de la joya, el espíritu de libertad que siempre propugnó Monsieur Dior en el mundo de la moda.
Y una joya que ofrece la lectura horaria es lo que propugna en esta ocasión la diseñadora. Primero porque su nombre ya es suficientemente evocador: Gem Dior. Es el que luce la colección homónima de alta joyería lanzada hace dos años. Gem es un guiño eufónico a “J’aime” (en francés, “me encanta”). “He diseñado una colección de relojes y joyas que no es figurativa”, explica Victoire de Castellane. “El espíritu de esta colección es moderno, es un estilo que yo describiría como abstracto-orgánico, un desorden organizado que resultó ser un verdadero desafío técnico para nuestros ateliers”.
La experiencia se traduce en una caja de forma octogonal irregular; una disposición estética que se completa con una pulsera asimétrica de varios colores, en capas estratificadas de piedras preciosas y que conforma un conjunto de joyas de colores coordinados. Todo ello permite afirmar que nos hallamos ante la simbiosis contemporánea de Naturaleza y Costura que propugnó Monsieur Dior, y por supuesto, de nuevo ante una colección diferente y original que se concreta en siete relojes y once joyas.
Con ese espíritu, el diseño de la caja del reloj sigue las pautas de las formaciones naturales de los minerales, en este caso en forma de láminas de turmalina en bruto. Para el brazalete, Victoire de Castellane se ha inspirado en la forma en que Christian Dior pegaba en hojas de papel las muestras de tela de sus desfiles de alta costura. Gem Dior se convierte así en una declaración tan creativa como singular, con un diseño que no deja de sorprender. Un ejemplo es la pieza emblemática de la colección, realizada en oro amarillo y piedras preciosas. Su caja octogonal con lados recortados está engastada con turquesas y diamantes alrededor de una esfera de malaquita. El brazalete asimétrico y sin cierre está formado por estratos de gemas ornamentales (malaquita, lapislázuli, cornalina, ópalo rosa, ojo de tigre) que conforman un intenso crisol de matices.
Totalmente articulada, esta joya relojera está diseñada para ser llevada como si fuera un brazalete abierto, y ofrece al mismo tiempo un aspecto único para la muñeca. Elegante, con un fuerte temperamento, Gem Dior está disponible en otras seis versiones (en acero y nácar negro; en oro rosa con pavé completo de diamantes; en oro blanco también full pav; en oro y acero y lapislázuli; en acero con diamantes y nácar blanco, y en oro amarillo, diamantes y con la esfera de onyx).
Todos ellos, además de su belleza y personalidad, comparten unas dimensiones idénticas. La caja tiene un diámetro de 27×25 mm. En su interior, movimiento de cuarzo Swiss Made que ofrece la lectura de horas y minutos. O lo que es lo mismo, esencialidad en las funciones horarias pero cumpliendo con los requisitos de calidad que se le suponen a una firma como Dior Horlogerie. Una prueba de ello es que todas estas creaciones son estancas hasta 30 metros de profundidad. Y para completar su versatilidad, todas estas propuestas relojeras Dior Gem se ofrecen con una pulsera intercambiable de piel de aligátor en color negro.
Victoire de Castellana, como hizo también en la D de Dior, ha conseguido no solo captar ese espíritu diferente que irradian las producciones de Dior sino que avanza en un espacio donde la creatividad no tiene límites. Su visión joyera se torna fundamental para entender que un reloj también puede ofrecer un espectáculo similar al de una joya, y eso en sus manos es prácticamente una garantía de éxito. Castellane ha vuelto a sorprender, y ahora lo hace arriesgando con una geometría atípica.
La misma que aplica al diseño de la gama de joyas Gem Dior. En este caso, los modelos estrella son un anillo y un brazalete de oro amarillo con eslabones perfectamente desalineados voluntariamente y donde piedras preciosas y diamantes se conjugan para crear una impresión de formas ondulantes azules y verdes.
En un registro más monocromático, la colección de joyas se completa con anillos, brazaletes y pendientes de oro amarillo, rosa y blanco, total o semipulidos con diamantes. El juego de contrastes en el refinado trabajo de los metales pone de manifiesto el diseño distintivo de Gem Dior, ese que también se ha trasladado a los relojes como queda evidente en su poderosa y al mismo tiempo delicada imagen. Ahora, se hace necesario tocarlo…