
La innovación preside cada gesto, cada movimiento de TAG Heuer; está en su ADN, en ese espíritu de avance que preside una historia que ha dado frutos creativos importantes. Ahora, suma uno más: una espiral de carbono (TH-Carbonspring) que funciona de forma fiable y constante durante miles de horas, ofreciendo una precisión y un rendimiento mecánicos excepcionales. Es el resultado de nueve años de trabajo del TAG Heuer LAB, donde como describe Emmanuel Dupas, director técnico de TAG Heuer, “hemos abierto un nuevo capítulo en la maravillosa historia de la relojería mecánica de precisión”. Un resultado que ya tiene sus dos primeros testimoniales: el Monaco Flyback Chronograph TH-Carbonspring y el Carrera Chronograph Tourbillon Extreme Sport TH-Carbonspring.

Dos llamativas piezas que se benefician de las tres mejoras de rendimiento de la TH-Carbonspring. En primer lugar, es antimagnética, una propiedad importante en una época con múltiples dispositivos que nos rodean en el día a día y emiten fuertes campos magnéticos. En segundo lugar, el TH-Carbonspring es resistente a los impactos, lo que ayuda a un funcionamiento fluido y preciso. Y por último, el carbono tiene propiedades de ligereza que reducen la inercia en una espiral, lo que aumenta el rendimiento cronométrico. Creada íntegramente en el rebautizado TAG Heuer LAB, el centro de innovación de la marca suiza –antes TAG Heuer Institute–, la firma ha presentado cuatro solicitudes de patente relacionadas con esta tecnología. Una de ellas ya ha sido concedida y las otras tres están pendientes.

Para los primeros relojes que incorporan la nueva tecnología TH-Carbonspring, TAG Heuer ha elegido dos de sus diseños más emblemáticos: el Monaco y el Carrera, un dúo icónico que encarna el espíritu innovador y la creatividad técnica en el mundo del automovilismo, y lleva más de medio siglo narrando la historia vanguardista de la marca. El TAG Heuer Monaco Flyback Chronograph TH-Carbonspring y el TAG Heuer Carrera Chronograph Tourbillon Extreme Sport TH-Carbonspring combinan sus propios códigos de diseño con esta nueva y revolucionaria tecnología de TAG Heuer.

Cada uno luce una caja forjada en fibra de carbono, un material de alta tecnología que TAG Heuer lleva muchos años utilizando. Aprovechando sus propiedades de ligereza y alta resistencia, así como sus conexiones con el mundo del automovilismo, TAG Heuer la logrado combinar en perfecta armonía el pasado y el presente de la vanguardia.
Ambos relojes también presentan detalles de fibra de carbono, fabricados a medida, en sus esferas que, además, están decoradas con una espiral con forma de caracol en lugar de un círculo perfecto, similar a un resorte.
Según el lema de diseño que define a TAG Heuer, un reloj debe cumplir su función principal de manera eficiente. Para facilitar la legibilidad, el TAG Heuer Monaco Flyback Chronograph TH-Carbonspring cuenta con agujas de horas y minutos chapadas en oro negro con Super-LumiNova® blanca y agujas lacadas en blanco de alto contraste. Una pequeña aguja de segundos en oro negro, índices de carbono forjado negro, corona y pulsadores del cronógrafo aportan ese carácter tecnológico del reloj y definen el espíritu de la pieza.

El diseño se completa con anillos en negro y oro alrededor de las dos subesferas, situadas a las 3 y las 9 horas, y una correa de caucho negro con apariencia de tejido. El reloj está impulsado por el calibre TH20-60 de TAG Heuer, un movimiento cronógrafo flyback automático con certificación de cronómetro y una reserva de marcha que llega hasta las 80 horas.
Igualmente vanguardista es el TAG Heuer Carrera Chronograph Tourbillon Extreme Sport TH-Carbonspring. Sus características principales reflejan las de su homólogo TAG Heuer Monaco, con la incorporación de un bisel de carbono forjado con escala taquimétrica y una distinguida correa de caucho negro. En su interior late el calibre TH20-61 de TAG Heuer, un movimiento cronógrafo tourbillon automático con certificación de cronómetro y una atonomía de de marcha que garantiza 65 horas de funcionamiento. Ambos relojes estarán limitados a solo 50 piezas numeradas y se presentarán en un estuche personalizado.
Para Antoine Pin, CEO de TAG Heuer, “el TH-Carbonspring es un gran avance en la relojería y un hito en la historia de esta empresa de 165 años de antigüedad, en constante innovación. Pero también es una historia de gran fortaleza mental y resiliencia. Imagínense dedicar una década a hacer realidad una sola idea. Es increíble. Un logro épico y heroico que solo una marca diseñada para ganar podría haber conseguido. Y esto es solo el principio. Hay muchas tecnologías complementarias en proyecto y, con el tiempo, estas se irán incorporando a nuestras colecciones de relojes mecánicos de alto rendimiento y gran precisión. Se trata de la relojería vanguardista del siglo XXI. Esto es TAG Heuer”.

